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Un espacio emblemático de la ciudad que cambia de manos

Un fondo de inversión asturiano se hace con la propiedad de los bajos de El Molinón

El grupo inmobiliario al frente del hotel de La Zoreda vende las acciones que adquirió en 2015 a Procoin para centrar su estrategia en Madrid

Aspecto actual de los bajos del Molinón, en la grada Este. ÁNGEL GONZÁLEZ

Los bajos de El Molinón cambian de dueño. El grupo inmobiliario madrileño Nordestada, encabezado por Miguel Espinosa, en manos de quien estaban hasta ahora el cien por cien de la Sociedad Molinón Espacio Urbano, ha vendido las acciones de este emblemático área de la ciudad a un fondo de inversión de titularidad asturiana.

La operación, recién cerrada, no supondrá cambió alguno en la actividad de los locales del gran bulevar deportivo y de ocio que atrae a decenas a de usuarios a diario. De hecho, los responsables de la transacción aseguran que "hay una lista de espera importante" para ubicarse en los bajos del estadio gijonés y los próximos inquilinos serán cadenas como KFC ,Vips y Ginos, tal como se había anunciado.

En su origen fue el grupo inversor Santagadea -desvinculado desde junio del grupo Nordestada-, que llegó a Asturias para ponerse también al frente del hotel de La Zoreda, en Oviedo, quien se hizo con una mayoría de las acciones que Procoin mantenía sobre la sociedad Molinón Espacio Urbano en el año 2015. Y a finales del verano de 2018 completaban la operación al adquirir la totalidad de la propiedad de los bajos de El Molinón tras haber comprado el 20% que aún mantenía Procoin. Todas esas acciones son las que han quedado ahora en manos de un fondo inversor en manos de una familia asturiana.

La estrategia del grupo Nordestada pasa por ponerse en situación de liquidez para afrontar el próximo contexto de recesión, aclaran, para "centrar esfuerzos en Madrid". Y precisan: "Seguiremos en La Zoreda". El centro de talasoterapia de Poniente, otra de sus adquisiciones en la ciudad, se vendió el año pasado por 104 millones de euros. La intención del grupo es quedarse en situación de deuda cero, argumentan tras la venta de las acciones de la sociedad que gestiona los bajos del Molinón. "A Procoin lo consideramos una oportunidad en su momento", explican sobre el desembarco realizado hace cuatro años, y agregan fuentes próximas a la operación, que en este tiempo han logrado rentabilizarlo "y lo pusimos en valor".

La concesión de los bajos del Molinón afecta a un ámbito global de unos 12.000 metros cuadrados en los que se instalaron en su origen 14 empresas, la mayoría de hostelería, pero también un gimnasio, un supermercado, empresas TIC y hasta un centro médico, que continúan hoy. Procoin, la sociedad que tenía la concesión de su explotación comercial en su origen tenía un plazo de 40 años para mantener la titularidad de este espacio a cambio de haber asumido la reforma del estadio. Esta concesión todavía vigente es la que asume el fondo de inversión asturiano que ahora capitaliza la sociedad Molinón Espacio Urbano. La venta de las acciones que mantenía Miguel Espinosa no supone modificación alguna sobre el período inicial de concesión, de la que quedan aún 31 años de vigencia, según el contrato inicial.

Desde el grupo Nordestada insisten en que esta operación no alterará en modo alguno la actividad actual en los bajos del Molinón y recalcan que el espacio funciona a pleno rendimiento, con gran éxito para la ciudad de Gijón, por las facilidades que presenta tanto de accesos como de servicios.

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