Baleària va a realizar un segundo estudio económico sobre la autopista del mar entre Gijón y Nantes para intentar aquilatar los costes de lanzamiento de la linea marítima. El primer estudio que han realizado arroja pérdidas que en los tres primeros años son millonarias, de dos dígitos, según explicó el presidente de la naviera, Adolfo Utor.

Utor participó esta mañana en El Musel en una jornada sobre el uso del gas natural licuado como combustible marino. Precisamente el ferry que se destinaría a reabrir la autopista del mar gijonés emplearía este tipo de combustible, mucho menos contaminante que el fuel óleo.

Adolfo Utor indicó que han surgido nuevos elementos que pueden influir positivamente en las cifras económicas previstas para los primeros años de actividad de esta linea, y por lo tanto en las posibilidades de reapertura de la misma.

Baleària está dispuesta a asumir parte de esas pérdidas y el riesgo de no poder recuperarlas en ejercicios futuros si al cabo de los años la linea se demuestra que no es viable, pero considera imprescindible para el lanzamiento de la misma el apoyo de las administraciones públicas.

Además, Adolfo Utor señaló poco antes del inicio de la jornada en El Musel, que es más difícil resucitar una conexión marítima que se perdió, como es el caso de la de Gijón, que lanzarla de cero. El motivo es la pérdida de confianza de los clientes, que exigen fiabilidad en las conexiones marítimas.

La autopista del mar entre Gijón y Nantes estuvo operativa entre septiembre de 2010 y septiembre de 2014, a cargo de la naviera LD Lines. Fue posible gracias a las cuantiosas ayudas económicas aportadas por España y Francia. Al término del periodo en el que se recibieron esas subvenciones, LD Lines decidió dejar de prestar el servicio alegando que el mismo era inviable económicamente.