El presidente de Puertos del Estado, Salvador de la Encina Ortega, dio a entender hoy que el proyecto para reabrir la autopista del mar entre Gijón y Nantes por parte de la naviera Baleària contará con apoyos económicos públicos, asunto este último que considera imprescindible la naviera para poder enjugar parte de las cuantiosas pérdidas que tendría que afrontar durante los primeros años de actividad.

De la Encina hizo estas consideraciones poco antes de inaugurar la jornada sobre el uso del gas natural licuado como combustible marino, que se está celebrando hoy en la sede de la Autoridad Portuaria de Gijón, en El Musel. A la pregunta sobre si España dará ayudas para que la linea a Nantes sea una realidad, De la Encina respondió que "ya las hubo en el pasado (cuando prestó el servicio la naviera LD Lines) y estamos en disposición de poder ayudar", resaltando que ya ha mantenido reuniones para relanzar la linea con el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, el presidente de El Musel, Laureano Lourido y el de Baleària, Adolfo Utor.

Respecto a si el Principado contribuirá a esas ayudas que se están planteado, Salvador de la Encina declinó pronunciarse al respecto "corresponde al Principado, pero habría apoyo, sin lugar a duda".

El presidente de Puertos del Estado apuntó que el último encuentro que se ha mantenido para abordar la posible reactivación de la autopista del mar entre Gijón y Nantes se produjo anoche. "Estamos trabajando, muy activamente, codo con codo con el presidente del Puerto de Gijón, Laureano Lourido, también por supuesto con el gobierno del Principado de Asturias, hablando con el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño y con el presidente de Baleària, Adolfo Utor", reiteró.

El presidente de Puertos del Estado también se refirió a la posible activación de la regasificadora de El Musel, señalando que eso está pendiente de que obtenga la declaración de impacto ambiental por parte del Ministerio para la Transición Ecológica. En ese sentido, Puertos del Estado ha pedido al Ministerio que agilice la tramitación. Las regasificadoras españolas tienen actualmente casi saturados sus tanques de almacenamiento, debido a los bajos precios internacionales del gas natural y al aumento del consumo del mismo por el cierre de centrales térmicas de carbón. La regasificadora de El Musel acabó de construirse en 2012, pero aún no ha podido entrar en servicio por problemas legales, tras una sentencia que obligó a rehacer toda la tramitación administrativa.