"Crear un sistema más eficaz para prevenir los feminicidios" es una de las recetas planteadas ayer por el catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Oviedo y magistrado suplente en la Audiencia Provincial de Asturias, Javier Fernández Teruelo, para erradicar la lacra de la violencia de género durante una concurrida conferencia en la Antigua Escuela de Comercio en un acto enmarcado en las actividades por el Día Internacional contra la Violencia de Género que organiza el Servicio de Políticas de Igualdad del Ayuntamiento de Gijón. Fernández Teruelo aseguró que el problema en cuestión "no se va a solucionar solamente con el derecho penal; subiremos las penas, como se ha hecho muchas veces y veremos que no cambia nada".
La conferencia llevó por título "El culpable es el agresor", una premisa "absolutamente obvia para gran parte de la sociedad". No obstante, resulta innegable que "estamos viviendo un proceso de involución de una parte de la sociedad, que estaba atrincherada y ahora sale sin ningún tipo de vergüenza para decir que no existe la violencia de género o que todas las violencias son iguales". Para Teruelo estas voces negacionistas ya existían y no suponen un elemento nuevo, pero "estaban ocultas, atrincheradas" hasta la llegada de un movimiento "que ahora permite incluso jactarse de estas situaciones" de violencia contra las mujeres. El lado positivo, a juicio del catedrático, es que "la mayoría de la sociedad, la comprometida, está reaccionando frente a este tipo de situaciones y al final no sé si el efecto que se consiga será el contrario".
Teruelo lleva años investigando sobre la violencia de género y sostiene que todavía "hay que hacer muchas cosas a la vez". Lo primero "es crear un sistema más eficaz de prevención de los feminicidios, investigar mucho y que se nos haga caso en la práctica". A su juicio, uno de los principales problemas detectados es "hacer depender de una denuncia la protección de la mujer en situaciones de riesgo". "El 80% de las mujeres asesinadas este año, y el anterior, y el anterior, no llegó a denunciar; las personas en situación de maltrato de larga duración es difícil que tomen la decisión de ruptura", aseguro. "Les decimos que denuncien, pero no les damos alternativa; y el 15% de las que sí denunciaron no garantizamos su seguridad. Es un coctel demasiado maquiavélico", sostiene el catedrático.
Otro de los puntos claros de su estudio es que solo con el derecho penal no se va a terminar con el problema de la violencia de género. ¿Por qué? "Los feminicidas son personas a las que les da igual cualquier cosa que el sistema penal les amenace", responde Teruelo, que asegura que "un tercio de los que matan se suicida o lo intenta y el resto se entrega". "Tenemos una legislación mejorable pero avanzada; la pena es un mal necesario, pero no sirve para solucionar los problemas", advierte Teruelo. Es por ello que la sociedad, en lugar de enfrentarse a la Justicia, "debe enfrentarse a un modelo social y educativo que nos ha llevado a donde estamos ahora".
