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LORETO VENTOSA | Responsable europea de la Red de Lucha Contra la Pobreza en Asturias

"Los asturianos en situación de pobreza han aumentado en 37.000 personas"

"Somos el tercer país en el índice europeo de desigualdad, por detrás de Rumanía y Bulgaria"

Loreto Ventosa, ayer en Gijón. MARCOS LEÓN

La Red Europea de Lucha Contra la Pobreza (EAPN) de manera anual publica un informe independiente para la evaluación de la situación de riesgo de pobreza y exclusión social en España a través del examen al indicador AROPE, el Informe de Seguimiento del Estado de la Pobreza. Este informe muestra, en su edición 2019, que la recuperación económica no está llegando a los sectores de población más desfavorecidos, incrementando una brecha de desigualdad creciente, al mismo tiempo que evidencia un incumplimiento sistemático de los compromisos respecto a exclusión social de la Estrategia Europea 2020. Loreto Ventosa, junto con José Antonio Llosa, fue ayer la encargada de hablar de la situación actual en el ciclo de conferencias de la SIBI.

- ¿Cuál es el mapa de la exclusión en Asturias?

-Tenemos 215.000 personas en situación de pobreza, lo que supone 37.000 personas más que el año pasado.

- ¿Qué está fallando?

-Fundamentalmente la precariedad del empleo, que está afectando sobre todo a las mujeres y a los jóvenes. Hay un mayor número de mujeres en precariedad laboral, con contratos a media jornada. Y también se está incrementando el número de trabajadores pobres, que ahora mismo son el 16 por ciento y con una tendencia al alza en los últimos años. España es uno de los países europeos que encabeza esta la precariedad laboral, y eso es muy importante porque la mayor herramienta de la que disponemos para tratar de arreglar lo que tiene que ver con la exclusión social es la inserción laboral. Y si los empleos no tienen un mínimo de calidad para superar el umbral de la pobreza, todo el sistema de inclusión activa se viene abajo. El discurso político está muy focalizado sobre la cantidad de empleo, y lo que en realidad nos debería de preocupar es la calidad.

- ¿Cuál es la perversión entonces?

-Estamos viendo que el nivel de renta crece en España, como consecuencia de ese proceso de recuperación del periodo de crisis, y sin embargo la tasa de pobreza y exclusión social se mantiene estática, con un descenso muy tenue. Entre el año 2017 y el 2018, sólo se redujo en un 0,5 por ciento, lo que está completamente desconectado de la creación de empleo y de los incrementos de renta que se supone que hay en la población general.

- ¿Qué significa ese desfase?

-Una enorme desigualdad. De hecho, podríamos decir que mientras los mayores niveles de renta se mantienen e incluso crecen, observamos un desplazamiento a la baja de las rentas medias. El grupo que tiene menos ingresos es el más damnificado de todos.

- ¿A qué situación estamos abocados en un futuro cercano?

-Es difícil hacer una previsión, pero sí que vemos tendencias. La que estamos viendo de forma muy clara es a la desigualdad. España no sólo es el tercer país en la Unión Europea en este ranking, por detrás de Rumanía y Bulgaria. El tipo de países con los que nos gusta compararnos como Francia o Alemania, tienen unos indicadores de desigualdad que en absoluto se aproximan a los nuestros. Y no sólo eso, somos uno de los países en los que la desigualdad crece en mayor proporción, y la tendencia sigue en a futuro.

- ¿Y qué pasa a nivel regional?

-Es muy llamativo ver cómo si coges el mapa de España puedes tirar una línea que lo divida a la mitad: las comunidades autónomas que mejor están son las del norte frente a las del sur. Asturias no es una de las que peor está, sino todo lo contrario, porque desde el gobierno regional se ha contemplado que hay una inversión social, no un gasto social. Detrás de muchos de estos datos también hay toda una ideología política, una voluntad. En Asturias ha mejorado un poco la situación y la desigualdad no ha crecido tanto como en otras comunidades precisamente porque la administración ha actuado como muro de contención con las ayudas durante la crisis. En España la tasa de pobreza y exclusión social está en el 26,1 por ciento en 2018, y en Asturias en el 20,9. Sigue siendo una cifra verdaderamente aterradora, estamos hablando de más de 200.000 personas, pero hay una brecha estatal debida a las políticas sociales. Y esta diferencia no es casual: desde que se tiene registro siempre hemos estado por debajo del global del conjunto del Estado.

- ¿A qué colectivos afecta más la pobreza?

-Las mujeres han empeorado en todos los indicadores. El 82 por ciento de los hogares monoparentales están encabezados por mujeres. Otro colectivo que también ha crecido es el de las personas mayores, debido a lo exiguo de las pensiones de viudedad.

- ¿Podemos hablar de la exclusión de los excluidos?

-Efectivamente. Desde el 2014 venimos observando aquello tan tópico de que los pobres cada vez son más pobres. La situación de pobreza y exclusión social se agudiza en los últimos tiempos.

- ¿Cuáles son los retos más urgentes que han de abordar?

-Lo principal y más inmediato es combatir la desigualdad, no es sostenible la situación que estamos viviendo en España. La fiscalidad es un tema importante, necesitamos una economía más redistributiva, más justa y más solidaria. Y lo más importante de todo es que, más allá de la gran cantidad de datos y estadísticas que manejamos, estamos hablando de 215.000 asturianos con nombres y apellidos y sus historias de vida.

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