-¿Qué tal? ¿Bien? ¿Nervios? ¿No? Pues yo la primera vez que entré aquí me puse nerviosa y era bien mayor

Así, con esa confesión personal, daba la bienvenida la alcaldesa, la socialista Ana González, al salón de recepciones del Ayuntamiento al medio centenar de niños y adolescentes que conforman el Consejo Municipal de Infancia y Adolescencia, al que dio el visto bueno el Pleno en noviembre de 2014. Este año el proceso de elecciones municipales frustró el popular pleno infantil que se solía hacer por esas fechas pero los miembros del Consejo no querían dejar de hacer llegar a la Corporación el resultado del trabajo realizado este curso sobre el deporte, y más en concreto sobre los deportes minoritarios.

Y se hicieron oír. De hecho la Alcaldesa -o "la de Lengua" como ella misma se presentó a los chicos y chicas al explicarles que era profesora de instituto- se llevó una larga lista de deberes a compartir con los servicios técnicos y el resto de los grupos municipales.

Una lista de acciones municipales en defensa de un mayor acceso a los denominados deportes minoritarios a la que pusieron voz Malena y Elena y que incluye bajar las cuotas y garantizar la gratuidad a los menores de edad, añadir instalaciones y destinar más fondos a los colegios que lo necesitan, hacer campañas específicas sobre deportes minoritarios y campamentos públicos donde se practiquen esos deportes, promover encuentros entre clubes, conceder becas para esa tipología de deportes, hacer canchas multideportes y dar a conocer deportes paralímpicos como el boccia. El deporte que practica Elena.

"He tomado notas y nos pondremos a ello. Me ha gustado vuestro trabajo porque lo habéis hecho con mucho orden y rigor. Esperamos estar a la altura", contestó la regidora, que recordó sus tiempos de practicante de yudo "cuando lo hacíamos pocas chicas" y que se comprometió a repetir contacto con los miembros del Consejo infantil para ver cómo se iban encajando las propuestas de sus miembros en la agenda política de la ciudad. "Se suele mirar el mundo desde donde estamos. Yo necesito, yo quiero... ¿Cómo hacemos Gijón para todos? Pues contando con todas las personas. También con los niños y niñas. Ya se que sois el futuro pero también sois el presente y queréis hacer cosas", les dijo.

Claro que no solo el Ayuntamiento tiene su lista de deberes en favor de prácticas deportivas que vayan más allá del fútbol o el baloncesto. Sobre todo el fútbol. El Consejo también se puso deberes a si mismo, a los niños, niñas y adolescentes, a los colegios, a los clubes y a las familias. Desde protestar juntos a organizar equipos mixtos, visibilizar esos deportes a través de encuentros con los deportistas que los practican o distribuir mejor el dinero.

Al margen de esa propuesta consensuada sobre el deporte, la iniciativa personal de la pequeña Raquel para su colegio, el Santo Ángel: un tablero de ajedrez, un baño adaptado, una zona de juegos libre de ruido y apoyo a las hijas de la Caridad para que puedan ayudar a los niños de países donde ir al colegio no es tan fácil como para los niños y niñas de Gijón.

Y cuando todos pensaban que la recepción se daba por terminada la propia Alcaldesa ofreció la oportunidad de una inesperada visita guiada por la Casa Consistorial. "¿Vamos al salón de plenos?, preguntó. Pues claro. Allí los pequeños, entre los flashes de los móviles de sus padres, madres y profesores, se sentaron en las sillas de los 27 concejales y asistieron a una clase práctica de funcionamiento municipal. La Alcaldesa no solo les explicó donde se sienta ella y quienes la acompañan en la mesa presidencial también se hizo traer el bastón de mando y las medallas de plata y oro que reciben concejales y regidores para que los pequeños las pudieran ver y tocar.

Luego llegó el turno de las confesiones. "Yo pensaba que aquí sentada iba a hablar mucho y soy la que menos habla. Tiene la palabra el señor Pérez. Gracias señor Pérez. Tiene la palabra la señora Rodríguez. Gracias señora Rodríguez", caricaturizó la Alcaldesa su labor como presidenta del Pleno aunque sin minusvalorarla porque, como les dijo a los miembros del Consejo, "aquí se trabaja con la palabra". Las preguntas de los pequeños llevaron a la regidora a contar su trayectoria en la política con sus mejores recuerdos para su etapa en el Ministerio de Igualdad, su vocación temprana por la docencia, sus obligaciones actuales, alguna que otra autocensura vital "porque se es Alcaldesa hasta haciendo la compra en el supermercado" y su participación en todo tipo de actos "porque estar allí es una señal de respeto".