La asistencia en situaciones sanitarias de emergencia cuenta en Asturias con la colaboración de equipos especiales de Cruz Roja, que desde 2009 cuenta con tres grupos homologados en la región expertos en la atención psicosocial, medio marítimo y albergues provisionales en situaciones de catástrofe. Con la ayuda del Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias y de la Facultad de Comercio y Ciencias Sociales, el colectivo organiza hoy y mañana las primeras jornadas sobre emergencias y trabajo social en el paraninfo de la Laboral. David del Valle, director de Emergencias de Cruz Roja en Asturias, considera que la atención actual en catástrofes se orienta cada vez más hacia factores psicosociales y se apoya en ayudar no solo a las víctimas directas, sino también a sus familias.
- ¿Cuántos equipos tiene Cruz Roja en la región para asistir emergencias?
-Tenemos tres de lo que se llaman Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias o ERIE. Uno es de medio acuático, otro de albergue y otro de atención psicosocial. El de medio acuático intervino, por ejemplo, en el naufragio de Santa Ana, y los del equipo de albergue asistieron a los compañeros de Lorca durante el terremoto. El de atención psicosocial es en lo que nos centraremos en estas jornadas.
- Son las primeras que se organizan de este tipo.
-Sí, queríamos difundir bien esta actividad que hacemos, así que hemos aprovechado nuestra relación con trabajadores sociales de Asturias para intentar organizar algo de mayor valor. Participa, por ejemplo, Ángel Luis Arricivita, director de la revista "Psicosocial y emergencias", pero también vendrán compañeros que han intervenido en Murcia y Alicante con las últimas inundaciones y en la explosión pirotécnica de Tui, en Galicia.
- ¿Se puede estimar cuál sería el balance de intervenciones cada año en Asturias?
-Varían mucho según la situación. Por ejemplo, en el accidente de Alsa teníamos múltiples víctimas, pero la duración de la intervención fue corta. Se hizo una primera actuación con los afectados y sus familiares y se dio apoyo en el Instituto Anatómico Forense. Pero lo que es la fase de emergencia a nivel organizativo fue corta. Sin embargo, en el naufragio del Santa Ana estuvimos nueve días dando apoyo a los familiares de las personas desaparecidas. No sirve de mucho cuantificar cuántas intervenciones se hacen en un año, sino cómo se desarrollan.
- ¿Y cuáles son las intervenciones más frecuentes?
-Pues yo diría que son las que más pasan desapercibidas mediáticamente. Nos activan en muchos casos de accidentes domésticos en los que fallece un niño pequeño, o en accidentes de tráfico en los que mueren todos los familiares de un vehículo menos uno.
- ¿Desde cuándo existen estos tres equipos en Asturias?
-Los ERIE se crearon en España en el año 2007, que fue cuando se homologaron en todo el país, así que un equipo de aquí es igual que uno de Madrid. En Asturias empezaron a funcionar en 2010. Cada equipo está formado por 50 personas, todos voluntarios que se entrenan con nosotros según los perfiles que les interesen. Es lo bueno de los ERIEs; no les podemos dar la carrera en Psicología, pero cada uno viene de sitios distintos y con su propia formación, y luego aquí la amplían.
- Pero Cruz Roja ya trabajaba en emergencias antes de eso.
-Sí, pero antes nos avisaban cuando necesitaban ayuda en algún accidente y enviábamos recursos, pero nos dimos cuenta que de nada servía enviar tres ambulancias si lo que hacía falta era otro tipo de perfiles. Estos equipos han servido para adaptarnos a las necesidades del siglo XXI.
- ¿Hay otros tipos de equipos homologados fuera de la región?
-¡Sí! El que más servicios hace es el de atención al inmigrante, que trabaja en las costas. Luego hay equipos de búsqueda en medio terrestre, de comunicación y coordinación y de atención sanitaria y clasificación de víctimas...
- Entonces podría crearse algún equipo nuevo aquí.
-Bueno, podría, pero eso no depende de nosotros. Si el Principado nos dice que necesita un ERIE nuevo, lo homologamos, pero la decisión es siempre suya.
- ¿Qué quiere decir eso de las necesidades del siglo XXI? ¿Las emergencias no fueron siempre emergencias?
-No, porque antes no teníamos la tecnología de ahora ni este Estado del bienestar. Quiero decir, antes una persona podía estar sin luz tres días y no pasaba nada, pero hoy ya se considera una emergencia. Y cuando una persona no recibía asistencia en dos horas suponía que era lo habitual, pero hoy ya no. Ahora si te quedas sin luz ya llamas al 112.
- ¿Y a nivel psicosocial?
-También. Antes, cuando nos poníamos a buscar a una persona desaparecida, nos preocupábamos por el muerto. Ahora también debemos atender a los familiares, porque están pasando una situación de desesperación y especialmente dura. La atención de emergencias a día de hoy es más eficaz, más integral y más integradora. Podría decirse que ahora nos centramos más en los vivos que en los muertos.
