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El Principado endurece el control de la contaminación industrial por mercurio

La Administración impone medidas más estrictas a Arcelor, la térmica y la cementera a instancias del Defensor del Pueblo

El Principado está endureciendo las restricciones a la contaminación por mercurio de la industria pesada de Gijón y Carreño, a instancias del Defensor del Pueblo, que le requirió el año pasado mayores controles sobre las emisiones a la atmósfera de este contaminante. Un vecino de La Piquera (Jove), había presentado una queja ante el Defensor del Pueblo, ante la elevada concentración de este tóxico en las aguas de la fuente que hay en ese barrio de Jove, que hacen que no sean aptas ni para el consumo ni para el riego.

Las restricciones que impone el Principado afectan a los materiales y combustibles que se emplean en la factoría de ArcelorMittal en Veriña, en la térmica de Aboño de EdP y en la cementera de Aboño de Tudela Veguín. Además, la administración autonómica les impone más controles de los niveles de emisión de este contaminante.

La implantación de estas restricciones se está efectuando con las renovaciones o nuevas autorizaciones ambientales integradas de las instalaciones fabriles. La de Arcelor ya está aprobada, la de Tudela Veguín en vías de ello y respecto a la de la térmica de EdP, el Principado ha informado al Defensor del Pueblo que también se va a aplicar.

En cuanto a Arcelor, el Principado informó al Defensor del Pueblo que los principales focos de contaminación por mercurio son los sínter y las baterías de coque. En la autorización ambiental de 2017 para las nuevas baterías de coque, el Principado impuso la obligación de medición, seguimiento y notificación del mercurio emitido por las mismas con un grado de exigencia mayor que el necesario para cumplir la normativa comunitaria sobre mejores técnicas disponibles en la producción siderúrgica. Además, habrá inspecciones semestrales en los focos de emisión al aire de las baterías y controles en los vertidos al agua.

En cuanto a los sínter, el Principado revisó en diciembre de 2018 su autorización ambiental integrada, incluyendo medidas adicionales a las mínimas establecidas por la normativa europea, como la obligación de seleccionar materias primas de calidad adecuada para reducir los niveles de emisiones y también aplicando controles a esta instalación.

En cuanto a la térmica de Aboño, el Principado "próximamente se procederá a revisar la autorización ambiental integrada para aumentar el nivel de exigencia" conforme a las mejores técnicas disponibles para este tipo de instalaciones, para minimizar las emisiones de mercurio.

En cuanto a la planta cementera de Tudela Veguín, se está tramitando una nueva declaración de impacto ambiental, en cuya propuesta de resolución se incluyen varias condiciones respecto al mercurio, aplicables a los cuatro focos de emisión de la cementera. Por un lado, se obliga al control de las características de los residuos que se incineran en la planta, como combustible para la misma, o que se usan como materia prima. En el caso de que se sobrepasen unos determinados límites de emisión, deberá de investigarse el motivo y, llegado el caso, aplicar mejoras tecnológicas para paliar ese problema si se produce. Las mediciones de control serán obligatorias cuando se incineren residuos con alto contenido en mercurio y también habrá muestreos de mercurio en el suelo y en las aguas subterráneas.

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