Por ayudar a una amiga afronta ahora ocho años de cárcel acusado de un delito de tentativa de homicidio porque no se le ocurrió mejor forma que intentar matar con una navaja al exnovio de su amiga, que supuestamente se ponía violento y agresivo con ella cuando bebía alcohol. A la pena de prisión hay que sumar otros nueve años de alejamiento de su víctima, que se recuperó de las heridas, y el pago de una indemnización de 33.700 euros por los daños causados. El juicio está previsto para este miércoles en la Sección Octava de la Audiencia Provincial.

Este grave episodio ocurrió en octubre del pasado año en una sidrería de la calle Cataluña, en el barrio de Pumarín. Consciente de lo que su amiga le había contado, este gijonés de 51 años coincidió con el afectado y otros amigos -ella también estaba presente- y le dijo "tú sobras aquí". Para evitar problemas, ignoró lo ocurrido y se fue de la escena "sin dar mayor importancia al incidente", según recoge el escrito de acusación de Fiscalía.

Unas horas más tarde, y ya en la sidrería de la calle Cataluña a la que la mujer acudió con su exnovio, ocurrió el supuesto intento de homicidio que describe la Fiscalía. El acusado cogió una navaja con cachas de color negro de ocho centímetros de hoja y su cubrió el rostro con una bufanda de tipo braga que solo dejaba a la vista sus ojos y parte de la cara antes de entrar al establecimiento. Se puso delante de su víctima y le asestó un golpe con la navaja en el pecho, a la altura de la areola del pezón izquierdo.

El afectado trató de protegerse con los brazos, lo que motivó que el procesado "lanzase varios golpes más con la navaja que impactaron en las manos y en el brazo izquierdo" de la víctima. De esa forma, al menos, evitó que volviese a apuñalarle en el pecho. Fue entonces cuando varios testigos mediaron para poner fin a la agresión.

El herido fue atendido por los servicios sanitarios. Sufrió varias heridas tras el ataque de las que tardó en curarse quince días. Como secuelas, además de varias cicatrices, le quedó la pérdida de la movilidad en el quinto dedo de la mano izquierda y la imposibilidad de extenderlo por completo. En base a todo eso, el Ministerio Fiscal pide para él una indemnización de 33.700 euros y el pago de otros 612,26 euros al Sespa por los gastos médicos generados tras el ataque.

Alejamiento

AlejamientoEste gijonés de 51 años se enfrenta ahora a un delito de homicidio en grado de tentativa con las circunstancias agravantes de disfraz -actuó con su cara tapada- y abuso de superioridad por los que el fiscal solicita una condena de ocho años de cárcel. A la pena privativa de libertad se suma la prohibición de acercarse a su víctima, domicilio o lugar de trabajo, a menos de 300 metros y también la prohibición de comunicarse con él por cualquier medio o procedimiento durante nueve años.