Las urnas colocaron en junio en la Alcaldía a la socialista Ana González tras ocho años de mandato de Foro. Un mes después el PSOE concretaba un pacto con IU que incluía la entrada en el gobierno del concejal Aurelio Martín y ayer el Pleno daba el visto bueno -tras una negociación entre el gobierno y Podemos-Equo- al presupuesto municipal que dará soporte en euros a las iniciativas que, se oyó decir desde la bancada da la izquierda, marcan el cambio de ciclo político en Gijón y consolidan un nuevo proyecto de ciudad. No hubo sorpresas de última hora. PSOE e IU votaron a favor de su proyecto y Ciudadanos, Foro, PP y Vox en contra. La ya anunciada abstención de las tres concejalas de Podemos-Equo generó un empate que se decantó a favor del gobierno por el voto de calidad de la Alcaldesa tras una segunda votación.

Así las cosas, y si no hay problemas en el proceso de información pública, el uno de enero el Ayuntamiento tendrá a su disposición 233 millones de euros: 320 millones en el consolidado que incluye a los organismos autónomos y empresas municipales. La aprobación plenaria supone, además del refrendo de un cambio de orientación política, una normalización de la situación económica del Ayuntamiento tras dos ejercicios consecutivos vividos en situación de prórroga y con el gasto limitado por un plan económico-financiero de ajustes tras el incumplimiento de la regla de gasto en 2017.

Marina Pineda, concejala socialista de Hacienda, fue la encargada de defender un presupuesto que, explicó, "refleja las prioridades del gobierno en cuanto a política social con 22 millones para la Fundación Municipal de Servicios Sociales; unas políticas de empleo y promoción económica que suman 15 millones a la espera de la aportación autonómica a los planes de empleo con una previsión de otros cinco, y la progresiva recuperación del ritmo inversor con cerca de veinte millones. Un proyecto inversor realista donde no hay grandes proyectos , de esos que se pintan y se repiten año tras año". Un proyecto que, dijo al rematar su intervención, "es fruto de la negociación por la izquierda. Sí, es un presupuesto ideológico: de un gobierno y de unas prioridades de las fuerzas progresistas".

Precisamente esa "ideologización" fue uno de los reproches al presupuesto que compartieron en sus discursos Eladio de la Concha (Vox), Alberto López-Asenjo (PP), Jesús Martínez Salvador (Foro) y Rubén Pérez Carcedo (Ciudadanos). No fue el único. Todos hicieron hincapié en las repercusiones negativas de las subidas de impuestos y la inclusión del IBI diferenciado, en el desinterés del PSOE en negociar con ellos, en la peligrosidad para las cuentas municipales de dejar en poco más de 700 euros el ahorro neto y en el excesivo coste de la estructura del Ayuntamiento.

"No hay margen de maniobra. La locomotora pesa tanto que no tienen capacidad para arrastrar del tren. El apartado para gestionar es más caro que lo que se gestiona", indicó De la Concha. Para López-Asenjo al presupuesto le sobra "sectarismo y radicalismo" y le faltan medidas para dinamizar la economía y proyectos novedosos. "No hay proyecto de ciudad. Se vuelve a fórmulas de pasado que no atiende a las necesidades de los gijoneses", concretó. Para Martínez Salvador, el nuevo presupuesto es un paso atrás frente al "Gijón a la cabeza de la creación de empresas y motor económico de Asturias" que había dejado el gobierno de Foro. Y desde Ciudadanos se afeó al PSOE haberles ninguneado en la negociación y optado "por sus socios de la izquierda radical para recuperar la renta social que tanto aborrecieron y que nos llevó a incumplir la regla de gasto. Repiten los errores de Foro".

Frente a ese unánime rechazo de la bancada del centro derecha el sí contundente de Aurelio Martín por IU y el sí condicional de Yolanda González Huergo por Podemos-Equo. A sus valoraciones sobre el proyecto económico, a los que Huergo sumo una enumeración de las medidas que su grupo ha conseguido incorporar , sumaron mensajes sobre el nuevo camino que debe recorrer la izquierda en el Ayuntamiento de Gijón. "Los acuerdos progresistas son la mejor y más eficaz vacuna contra la involución y el retroceso que suponen las políticas de la extrema derecha", dijo Martín. "Este presupuesto puede ser un primer paso, tímido pero esperanzador, pero no hay cheques en blanco ni los habrá, emplazamos al gobierno a aprovechar este voto de confianza", remató Huergo.