El acusado de participar en un robo en grupo y con violencia en un almacén de Gijón para sustraer 2.806 teléfonos móviles ha aceptado una pena de tres años de prisión y el abono de un total de 80.000 euros a la empresa víctima del delito y a su aseguradora. El acuerdo, celebrado hace unos días en Oviedo, permitió descartar el que hoy se había convocado en Gijón. Fiscalía acepto retirar sus cargos por considerar que los mismo delitos ya habían sido juzgados en la capital.

Esta otra sentencia, considerada como firme por haberse puesto de acuerdo las partes de acusación y defensa, considera como probado que J. A. M. L., de 31 años, participó en un atraco ocurrido en el mes de marzo del pasado año junto a otro grupo de personas que aún no han sido identificadas. Tras robar un furgón el día 10 en un polígono de Siero, a la medianoche del día siguiente la comitiva se dirigió a una nave del Polígono Mora Garay para atracar un almacén en el que se guardaban cientos de teléfonos móviles sin estrenar. Se llevaron 2.806, pero una patrulla de la Guardia Civil los pilló mientras repostaban en una estación de servicio de Pola de Lena, en la autopista A66. Como la furgoneta que conducían ya había sido denunciada, los agentes les dieron el alto y huyeron, generando una persecución en la que se vieron obligados a abandonar en el furgón buena parte de su mercancía: 2.326 teléfonos. Sin embargo, el conductor se subió a un Audi Q5 que había cruzado la mediana, permitiendo la fuga de la comitiva. Al final localizaron al ahora condenado porque sus huellas figuraban en una lata de bebida energética arrojada a una papelera. Al menos, así lo explicó ayer el gerente de la empresa robada.

Los tres años de cárcel se tipifican como un delito continuado de roba con fuerza con el agravante de reincidencia (el varón, original de Madrid, tiene numerosos antecedentes por golpes similares) y los 80.000 euros son el resultado de la suma de la indemnización a la aseguradora que abonó parte de los destrozos (2.770 euros), los 72.480 euros que cuestan los móviles no recuperados y otros 3.754 por daños a la entidad. El joven acudió ayer a los juzgados gijoneses por su propio pie y sin esposas, por lo que aún no ha entrado a prisión.