Los cangrejos de río americanos proliferan como conejos en los estanques del parque de Isabel la Católica y las aguas de la playa de San Lorenzo se llenan periódicamente de espumas, peces muertos y malos olores en el Tostaderu. Ambos hechos podrían parecer inconexos, pero están íntimamente relacionados. La plaga de esa especie invasiva de crustáceo es una de las principales causas del desequilibrio ecológico en las lagunas del parque que está detrás de la proliferación de cianobacterias, que expulsan elementos tóxicos que acaban siendo arrastrados al río Piles y de ahí a la playa.

Los cangrejos rojos carecen de depredadores en las lagunas del parque, donde han provocado la desaparición de plantas acuáticas superiores de las que se alimentan. Eso supone que en esas aguas las algas y cianobacterias tienen a su disposición una ingente cantidad de nutrientes para medrar, dado que no tienen que competir por los mismos con las plantas. Un problema que deriva del estancamiento del agua por la escasez de aportaciones que hace el Canal del Molín en época estival.

De hecho, entre las medidas que el informe de Uvant Ingenieros plantea para sanear el río Piles está la colocación de trampas para capturar cangrejos, además de plantar dentro de jaulas -para que no se las coman- una especie autóctona de planta acuática en las lagunas y también instalar zonas acotadas dentro de los estanques para peces que coman las algas.

Son algunas de las medidas para combatir las cianobacterias, que se suman a otras ya planteadas como el dragado de las lagunas -para aumentar su profundidad y retirar los microorganismos nocivos que permanecen en el fondo hasta su época de floración, en primavera y verano- y actuaciones en el Canal del Molín para aumentar el aporte de agua a las lagunas.

El metrotrén y la mina

Que corra el agua es clave para evitar este problema. En el informe se plantea aumentar la aportación empleando el agua que se drene del túnel del metrotrén. En 2018 el Ayuntamiento ya estudió esa posibilidad, después de que Adif acreditara que ese agua es apta incluso para el consumo humano, pero el Ayuntamiento renunció a hacerlo porque implicaría alivios al río Piles en época estival. Ahora esa propuesta vuelve a estar sobre la mesa por su contribución precisamente al saneamiento del río.

El cronograma municipal establece las aportaciones de 90 metros cúbicos diarios de agua del metrotrén para 2020 y estudiar un aumento del caudal con agua de Mina La Camocha en 2022. Las actuaciones previstas para eliminar permanentemente el problema de las lagunas se desarrollarán hasta 2023. Mientras también habrá medidas urgentes, como eliminar nutrientes del agua (fósforo) con el uso de bentonita.