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Asalto de una banda de butroneros a dos naves de Gijón

Una banda itinerante dedicada a perpetrar robos violentos actuó en la madrugada de ayer en una zona industrial de la parroquia de Porceyo después de asaltar dos naves dedicadas al sector eléctrico y electrónico por el método del butrón y causar importantes destrozos, así como el robo de dinero y material relacionado con la electrónica. Los investigadores, que trabajan en el visionado de las cámaras de seguridad de la zona y de una de las empresas afectadas que lograron captar a dos de los implicados, han podido identificar el coche en el que dos de los delinucnetes huyeron a toda velocidad tras perpetrar los robos y confían en detenerlos cuanto antes.

El primer butrón lo hicieron en la nave de la empresa Muniellos, en la calle Max Planck del polígono de Porceyo. Rompieron primero la malla perimetral de tipo hércules de la nave y después consiguieron realizar un butrón en la pared trasera, de unos cinco centímetros de hormigón. Un espacio pequeño pero lo suficientemente amplio para que entrasen los ladrones, que al comprobar el material existente en la nave cambiaron rápidamente de objetivo. "Entraron, subieron al piso de arriba pero no echamos nada en falta; no sabemos qué buscaban, pero no hay nada revuelto, creo que entraron y salieron", explicaba ayer por la mañana el gerente de la empresa, que cree que emplearon inhibidores de algún tipo porque "no sonó la alarma".

Los trabajadores de Muniellos se percataron de lo ocurrido al llegar a trabajar y se temieron lo peor. Revisaron las instalaciones y no echaron nada el falta. "Han causado daños y el trastorno de hacernos perder toda la mañana con gestiones", confesaba el gerente, que pronto se enteró de que sus vecinos de calle, la nave de la empresa Edimar, habían corrido peor suerte que ellos.

Los butroneros recorrieron unos pocos metros de la calle para repetir su operación en esta otra firma dedicada a la electrónica. En este asalto pusieron de relieve su profesionalidad delictiva: desviaron dos de las cámaras de seguridad y desconectaron una tercera. También aquí realizaron un butrón en la parte trasera, a la que accedieron rompiendo la valla perimetral, aunque para ello tuvieran que saltar un muro de casi dos metros. Fue aquí, en Edimar, donde causaron más daños y se llevaron un amplio botín en material y dinero en efectivo. "Esto daba miedo cuando entramos por la mañana, era dantesco lo que nos encontramos", describía una trabajadora de la firma mientras recogía cristales rotos.

En este segundo asalto, que llegaron a materializar en robo, se apoderaron de alrededor de 1.500 euros en efectivo que había en la caja fuerte destinada a pagos a proveedores, según explicó uno de los responsables de la firma. A ese importe hay que sumar las pérdidas del material robado que la empresa tiene en un almacén contiguo, una cuantía que podría alcanzar los seis dígitos. "Tenemos que hacer inventario para ver qué material nuevo se han llevado, porque está todo revuelto; nosotros vendemos material de electrónica industrial, naval, informática y telecomunicaciones", explicó una empleada.

No hay que olvidar tampoco los daños materiales, pues en esta nave no solo hicieron un butrón para entrar sino también varios agujeros en distintas estancias en busca de cajas fuertes. Al material industrial se suma además el robo de ordenadores portátiles y tablets de los trabajadores. Al mediodía de ayer, responsables de la firma presentaron la correspondiente denuncia en la Comisaría de El Natahoyo dando cuenta de todo ello.

Cámaras de seguridad

Cámaras de seguridadLos investigadores de Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional se encuentran ya trabajando en el caso después de que los agentes de la Policía Científica revisasen ambas instalaciones industriales pormenorizadamente en busca de pruebas y pistas que permitan identificar a los responsables, que actuaron con rapidez y lograron huir de la zona -quizás hasta de la ciudad- antes de que nadie se percatase de los dos robos. Sí parece estar descartado que hubiesen protagonizado algún otro episodio delictivo de estas características en Gijón y en la región. Al menos recientemente.

La mejor pista hasta el momento para los investigadores son las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, que lograron retratar a al menos dos invididuos antes de que ellos mismos la desactivasen. Esas grabaciones, de los dispositivos instalados en la calle Max Planck, pudieron identificar el vehículo en el que huyeron de Porceyo tras cometer los dos asaltos. Es por ello que ahora tratan de poner nombre y apellidos a los ocupantes del coche para así detenerlos. Los agentes de Gijón ya han compartido sus datos con sus homólogos de otras regiones de España puesto que se estima que se trata de un grupo itinerante espacializado en este tipo de robos violentos por todo el país.