Tras años de debates, críticas políticas, tramitaciones administrativas y problemas de todo tipo ya está la cubierta de la pista deportiva del Cerro de Santa Catalina. El actual equipo de gobierno espera su entrega para hoy mismo poniendo fin así a una actuación que tiene sus antecedentes en octubre de 2015 con la redacción de un proyecto básico que se tuvo que enviar al Principado de Asturias para conseguir los permisos al estar la pista dentro del ámbito de protección especial del Cerro y ocupando parte de la zona de tránsito del dominio público marítimo-terrestre.

Una vez conseguida la autorización se redactó el estudio de detalle a lo largo de 2017 y la a Alcaldía aprobaba la contratación de la obra en septiembre de 2018 con un presupuesto base de 907.348 euros. En diciembre era adjudicada, por 900.332 euros a unión temporal de empresas (UTE) formada por Iguar Obras y Egoin. El plazo de ejecución de obras era de seis meses. Los trabajos empezaron en febrero.

El objetivo del proyecto era la renovación total de la pista existente y la construcción sobre ella de una cubierta con la madera como único material. Una intervención pensada por Mónica Costales y Jesús Sotelo para que no afectase a las cualidades paisajísticas y ambientales del entorno, prácticamente en el límite con el acantilado del Cerro y junto a la Casa de las Piezas

La propuesta constructiva partía de la idea de una fragmentación de la techumbre, generando cuatro zonas de cubierta inclinada a dos aguas, a modo de las construcciones tradicionales, delimitando así los espacios interiores de uso de la pista utilizada como recinto deportivo por el colegio Honesto Batalón.