Hay pocas tradiciones más arraigadas en la Navidad que los belenes, donde se une arte, tradición y cultura. Es por eso que la Asociación Belenista Gijonesa no pudo menos que unirse, hace ya dos años, a la iniciativa "La noche de los belenes", que cada año se celebra el último sábado de diciembre. Así, ayer, junto a los nacimientos más llamativos e ilustres de la ciudad, se celebraron multitud de actividades.

En el Centro de Cultura Antiguo Instituto, junto al belén monumental de los Picos de Europa actuaron el coro oficial de la Escuela de Idiomas y la coral Costa Verde, además de tener lugar una charla sobre el parque natural y un recital a cargo de Antolina Gutiérrez. La música también fue la protagonista en la parroquia de San Julián de Somió, con un concierto de órgano, y en el tanatorio Jardín del Lauredal, con un recital de villancicos. El belén viviente representado por los niños de catequesis de la Iglesia de San Pedro fue otro de los momentos más apreciados por el numeroso público asistente.