La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El programa "piel con piel" tras la cesárea beneficia a 31 bebés en ocho meses

El proyecto, pionero en Asturias, regula la temperatura del niño y facilita la lactancia

Desde que el Hospital de Cabueñes lanzó el pasado abril su pionero programa de contacto "piel con piel" para madres que han dado a luz por cesárea, en el área se han beneficiado del protocolo 31 recién nacidos. La idea del proyecto es que los pequeños puedan pasar sus primeros minutos de vida sobre el pecho de sus progenitoras, un gesto ya habitual en partos naturales pero que hasta ahora se vetaba en cesáreas por los problemas logísticos que implica llevarlo a cabo en un quirófano. En Cabueñes llevaban tiempo estudiando esta carencia y decidieron hacerle un hueco en la sala de operaciones a una enfermera de Neonatología para poder añadir el servicio. Desde entonces, el HUCA comenzó a ensayar el mismo protocolo y el San Agustín (Avilés) lo aplica en padres.

Este primer contacto "piel con piel" coincide con los últimos 45 minutos que suele tener que pasar la paciente en quirófano tras dar a luz, por lo que mientras la madre sujeta por primera vez a su hijo el resto del equipo sigue operando con normalidad para no entorpecer la cirugía. Para garantizar la seguridad del programa, además, el pequeño sale un momento de la sala para someterse una rápida revisión pediátrica que descarte posibles patologías antes de que la enfermera encargada regrese para el "piel con piel". Según había explicado en este diario Ángel Martínez, jefe de Ginecología, apostar por este gesto ayuda a eliminar hormonas de estrés del recién nacido, regular de forma natural su temperatura y a facilita la aceptación de lactancia materna. "Aunque el programa casi beneficia incluso más a las madres, porque hasta ahora en cesáreas solo podían ver durante unos segundos al niño, y sin tocarlo", añadió.

Los requisitos para poder acogerse al programa es que la madre esté de acuerdo con ello, porque puede echarse atrás si durante la operación empieza a encontrarse mal y prefiere que la seden, por ejemplo, así como que se le haya administrado solo anestesia local, denominada raquídea. De lo contrario, el protocolo se anula por el riesgo que supone que la paciente no pueda mover los brazos para sujetar al pequeño.

Compartir el artículo

stats