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Puntadas de solidaridad

La diseñadora gijonesa Laura Pozo orienta a un grupo de mujeres senegalesas para poner en marcha su propia firma de accesorios

El grupo con el que participó la gijonesa en los talleres solidarios. L. P.

Con el objetivo de potenciar el trabajo comunitario, la diseñadora gijonesa Laura del Pozo, "alma mater" de la casa Peseta, una firma textil afincada en la capital, con tiendas en el barrio de las Letras y Malasaña, se ha convertido en la madrina de un proyecto ilusionante. Fruto de su reciente desplazamiento a Senegal, visitó el Centro Cultural Casamance, un punto de encuentro donde locales y foráneos comparten espacio y disfrutan de las actividades gratuitas. "Siempre quise colaborar con ellos", relata. "Se nos ocurrió a las dos partes que podíamos hacer un proyecto sencillo pero que realmente pudiera funcionar. Tenía claro que quería trabajar con las mujeres del pueblo para ayudarles a su independencia económica y a que emprendieran juntas", continúa diciendo.

La elección de Senegal, "un país cercano y seguro", según Del Pozo, le permitió permanecer allí durante 15 días con la familia al completo, "los adultos trabajando en el centro y nuestros dos hijos aprendiendo y disfrutando de otro entorno y cultura". Y logró, además, que prendiera la mecha del emprendimiento en la comunidad local.

Las mujeres se decidieron a poner en marcha su propia firma de accesorios, como comenzó la gijonesa hace varios años, primero como negocio online y hoy con producción en España y Portugal.

"El viaje superó mis expectativas completamente. Solo una de ellas había cosido a máquina antes porque en Senegal, y en la mayoría de los países de la zona, los que cosen son los hombres. Pero ellas enseguida demostraron mucha habilidad, creatividad y capacidad de trabajo", rememora sobre la experiencia en el país.

Casi desde el primer día de los talleres, la gijonesa y sus nuevas socias comenzaron a hacer productos para vender: "El primer reparto de beneficios fue una auténtica fiesta", resume. La "magia" emergió cuando el grupo de mujeres descubrió que les encantaba coser y crear con telas. La gijonesa participa activamente en charlas, encuentros y actividades en las que puede compartir su experiencia como mujer empresaria creativa. Antes del viaje a Senegal había sido invitada a Guinea en 2018 y también ha estado en Palestina, entre otros muchos lugares.

Del último viaje, explica, "me enseñó muchas cosas pero la más importante es que por encima de todo esta el disfrute de la vida. Yo iba con un planteamiento muy práctico, de vamos a hacer que esta mujeres no dependan económicamente de nadie como si para ellas fuera una necesidad. Pero la realidad es que ellas tienen la vida que tienen y aunque por supuesto tener recursos económicos les va a mejorar su día a día, no le dan tanta importancia". Por evidente que sea, la realidad del país le ha demostrado que "las prioridades no son las mismas para todos y que tal vez nosotros deberíamos tener más presente lo que nos hace felices". El propio equipo de Peseta trata de ser consciente de ello. En la actualidad son un grupo de diez personas de cinco países distintos compartiendo los valores de diversidad, igualdad, respeto y, sobre todo, diversión.

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