El recinto ferial Luis Adaro vivió ayer una tarde altura gracias al Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos de Gijón que fascinaron a los más pequeños de Mercaplana -y a más de un adulto que grababa con su móvil- con una exhibición de dos rescates de altura en la que participaron hasta siete bomberos, que contaron con la colaboración de cinco niños del público. Muchos de ellos llegaron a prometer que querían ser bomberos de mayor. Los protagonistas de la jornada llegaron en un camión que utilizan habitualmente para salidas forestales, que les facilita circular por el monte y subir cuestas. Dos miembros del servicio se engancharon a unas cuerdas colgadas del techo para llevar a cabo la primera de las prácticas. Para asegurar el rescate, tensando una de las cuerdas, los bomberos contaron con la ayuda de cinco niños. A todos ellos les transmitieron la importancia de "tranquilizar a la víctima" en los momentos de peligro.

La otra demostración fue un rescate "como los que solemos realizar en el cerro Santa Catalina", explicaron. Desde lo más alto del pabellón engancharon dos cabos al camión de bomberos, tensaron las cuerdas y bajaron a uno de sus compañeros con una camilla en medio de una ovación. "No creáis que todas nuestras intervenciones son tristes, también las tenemos gratificantes, como cuando rescatamos a 'Chigre', un perro que quedó atrapado en las rocas del Cerro", explicó uno de los bomberos.