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La Unidad de Familia, un trabajo policial con mucha psicología

Los agentes que integran la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) deben tener una preparación específica para dar el mejor trato posible a las denunciantes. Es por ello que su función tiene mucho de policial pero también mucha psicología para conseguir que las víctimas ganen confianza y relaten sus experiencias. "Para estar en esta unidad se necesita un curso previo y también una formación continua; es muy importante saber escuchar, dejarlas hablar cuando llegan, crear un vínculo y que sientan que aquí nadie las va a juzgar, solo ayudar", explica la inspectora Teresa Domínguez, al frente de la Ufam en Gijón.

La labor que desempeñan a veces es casi de psicólogos, siempre con la prioridad absoluta "de ayudar a las víctimas". "Es importante que se atrevan a venir, que confíen en que nosotros estamos para ayudarlas y acompañarlas en todo el proceso, que es muy largo", añade Domínguez sobre esta labor asistencial de las denunciantes. Es por ello que también les son sinceros y les explican lo que sucederá en adelante tras la denuncia. "Su vida personas cambiará al denunciar y eso es difícil de asimilar, pero nosotros estamos con ellas", confirma.

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