Desde hace cosa de una década un grupo de padres y amigos se han propuesto que sus hijos sean los primeros en conocer a los Reyes en la tradicional recepción del Ayuntamiento. El primero fue Óscar Carrera, que se plantó ayer en la plaza a las cinco de la mañana, y poco después del mediodía ya estaba en compañía del resto de la comitiva. Todos tienen una misión asignada. "Siempre hay uno que se queda, guardando el sitio. Las mujeres andan también por aquí para tomar y traer café y los niños vienen al final, cuando ya falta poco para entrar. Está todo calculado", resumió Alberto Suárez, que se tragó también siete horas de cola. Parte del grupo, eso sí, ya está pensando en "jubilarse": "Son demasiadas horas".

Bea Cancedo también madrugó sobre la misma hora para que Sabela Menéndez, de 4 años, le explicase de cerca a Melchor sus deseos: un Nenuco Merienditas, un conejo y un joyero. Más exigente fue Cayetana Martínez, de ocho años, que insistió en leer en alto su carta. "Quiero una muñeca de Vaiana de 35 centímetros, un tigre robot, un MP3, un disfraz de Cleopatra y que todos los niños y adultos tengan felicidad", aclaró. También abundaron las peticiones de mascotas, juguetes de "La Patrulla Canina" y teléfonos móviles.