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Las visitas médicas a domicilio, al alza, complican la atención de posibles infartos

"Derivamos en ambulancia a Cabueñes a pacientes de todo tipo que pueden no tener nada grave; es mejor ir a consulta", dicen los sanitarios

Las visitas médicas a domicilio, al alza, complican la atención de posibles infartos

Dolores abdominales que podrían ser síntoma de un infarto, ancianos con un episodio serio de salud mental por no haberse medicado para su demencia al no ser capaz de afrontar el importe del copago y multitud de procesos respiratorios que se complican con la gripe. Los sanitarios de los servicios de Urgencias de Atención Primaria alertan de un aumento general de las visitas a domicilio, que en estas épocas festivas pueden llegar a duplicarse. La nueva presión asistencial acarrea largas horas de espera en los ambulatorios de atención continuada y empieza a inquietar a los empleados: "Muchas visitan se podrían solucionar desde el centro de salud; tenemos más equipamiento allí que en la ambulancia. Derivamos a Cabueñes a pacientes que igual no lo necesitan", lamentan.

El principal problemas de los sanitarios que asumen este tipo de tareas, que son los del Servicio de Atención Continuada (SAC) y del Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), es que sus ambulancias básicas no están lo suficientemente equipadas para descartar ciertas patologías. Por ejemplo, si el paciente en su domicilio tiene dolores en el centro del abdomen (la denominada epigastralgia), la remota posibilidad de que pueda ser un infarto obliga al equipo a enviar al usuario a Cabueñes, aún conscientes de que lo más probable es que no se trate de algo grave.

Algo similar sucede con las hipertensiones, cuyas crisis sí pueden tratarse desde el centro de salud (todos cuentan con un protocolo pautado) pero no en un domicilio. "En el ambulatorio muchos acaban estabilizados y no tienen que ingresar, pero si nos llaman directamente a su casa tenemos que delegar en Cabueñes", concreta una enfermera del SAC, que añade: "Al final muchas de las visitas que atendemos se podrían haber tratado con urgencia desde el centro de salud, porque el paciente puede moverse y desplazarse, o directamente en la consulta de mañana, que al final de la jornada también atiende urgencias".

Otro caso habitual de posibles derivaciones hospitalarias innecesarias son los cólicos nefríticos, porque en el domicilio no se puede poner medicación, así que el paciente acaba ingresado en Cabueñes independientemente de la gravedad de su estado. También se activa con más frecuencia el código ictus y, por causas que los sanitarios aún no se explican, se están reduciendo los infartos.

La queja se asienta en dos razones: la escasez de recursos y la sobresaturación del sistema. En el área V hay cuatro ambulancias básicas (tres en la ciudad y una en Villaviciosa), por lo que las visitas a domicilio deberían reservase para casos graves de pacientes que no pueden desplazarse. Como a veces la petición de citas previas en consulta se demora varios días, muchos llaman ahora directamente al 112 para garantizarse ser atendidos. El problema recae después en el sistema, tanto en los centros de salud (que si tiene a sus médicos desplazados en casas particulares son menos los que se pueden quedar pasando consulta) y en Cabueñes y Jove, que reciben de Urgencia a enfermos cuyo estado no tiene por qué revestir gravedad.

La solución, según el SAC, es la educación sanitaria. "Estamos entrando en un círculo vicioso, hace diez años teníamos más personal y hacíamos menos visitas a domicilio y nos roban mucho tiempo. El problema no es que aumenten, sino que nos llamen por casos que podrían atenderse mejor en el ambulatorio y que, encima, el Sespa matiza la misma enfermera.

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