Al grito de "pista cubierta", los niños del colegio Honesto Batalón, en el corazón de Cimadevilla, estrenaron ayer, tras años de reinvindicaciones, la techumbre que les permitirá hacer uso de las instalaciones cuando llueve. Con ello, se puso fin a casi cinco años de una demanda impulsada ya en 2015 por la plataforma "Una pista cubierta para Cimavilla", compuesta por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del CP Honesto Batalón, la Asociación de Vecinos Gigia, la Fundación Alvargonzález y la Asociación de Hoteleros de Cimavilla.

El equipo de gobierno y todos los grupos en la oposición participaron ayer en la inauguración de una cubierta realizada íntegramente en madera, con un presupuesto de adjudicaciónde 900.332 euros. El proyecto, redactado por el servicio de arquitectura del Ayuntamiento, ha buscado su integración en el entorno existente generando el mínimo impacto visual desde el mar y desde tierra, tal y como recordaba ayer la alcaldesa, Ana González, muy satisfecha con el estreno y "consciente de las prioridades de los barrios y de la necesidad de buscar soluciones y respuestas a esas necesidades".

Las obras de la cubierta empezaron el pasado mes de febrero, con una superficie construida de algo más de mil metros cuadrados, fragmentada en cuatro zonas de cubierta inclinada a dos aguas para simular las edificaciones tradicionales y disimular el volumen. Además, está realizada con un único material, madera, consiguiendo una imagen de conjunto. Las instalaciones también estarán a disposicón de los colectivos vecinales de la zona para maximizar su utilización, "como venimos haciendo desde hace tiempo con los barrios", destacó la Regidora.

González aprovechó la visita a Cimadevilla para anunciar con respecto a Tabacalera que "en breve haremos una jornada para presentar a la ciudadanía y explicar la propuesta de uso", y señaló que la escuela infantil de Contrueces está a punto de terminarse. "No obstante, siendo realistas, hasta el próximo curso no se abrirá", remató.