Los perros adiestrados para proteger a mujeres víctimas de violencia de género tendrían que ir con bozal y arnés, según aclaró ayer el PP, promotor de que se implante esta medida en Gijón. Su portavoz municipal, Alberto López-Asenjo, apuntó que el objetivo de los canes no es atacar al agresor, sino interponerse entre este y la mujer hasta que pueda requerir el auxilio de la Policía, cuyo tiempo de respuesta oscila entre tres y cinco minutos.

El portavoz popular resaltó que esta iniciativa ya se desarrolla en otras ciudades españolas, como Madrid, Zamora, Zaragoza, Ciudad Real y Murcia, y que las razas más apropiadas son el labrador, el pastor alemán y el mastín napolitano. Además recalcó que en esos proyectos participan un grupo de profesionales, como psicólogos, etólogos, veterinarios, asistentes sociales y policías. La Policía también tendría que dar un carné acreditativo a las personas que pueden tener uno de esos animales de protección, como "elemento disuasorio" hacia los agresores.

Esta es una de las propuestas que el grupo municipal popular llevará al próximo pleno municipal. También presentará otras, como la que reclama la elaboración de un plan estratégico para mejorar la calidad y la gestión del actual modelo de servicios sociales del Ayuntamiento de Gijón, articulando una estructura más ágil y flexible con equipos autónomos que se orienten a reforzar la prevención y el trabajo en red. También plantea asegurar la integración de los servicios sociales y cauces de cooperación con entidades especializadas, entre otras medidas.