La firma asturiana Beta deberá abonar a los responsables de Metrópoli los 260.905 euros por las labores realizadas para el "Tesla Sinfónico", un macroconcierto que pretendía celebrar en El Molinón con artistas de renombre el mes de julio de 2017 y que se anuló con escasas semanas de antelación y miles de entradas ya vendidas. Desde entonces, las dos partes se han visto envueltas en un proceso judicial que, en primera instancia, se decantó a favor de Beta, peor que ahora, tras un recurso a la Audiencia Provincial, da la razón a Metrópoli.

El gran festival veraniego prometía hace más de dos años traer al estadio gijonés a artistas de la talla de "Amaral", Mónica Naranjo, Luz Casal y Dani Martín. Se anuló poco más de un mes antes de que se celebrase, cuando todos los artistas ya estaban confirmados y más de 4.000 interesados habían comprado su entrada. Tras anunciarlo, Metrópoli aclaró que la devolución de los tickets debía correr a cargo de Beta y sus responsables afirmaron que tuvieron que cancelar la cita por los impagos sufridos por parte esa empresa.

En un primer momento, sin embargo, había resultado condenada la propia Metrópoli, que inició en octubre de 2017 la batalla legal contra Beta para exigir la devolución de los honorarios pactados para la organización del concierto -los 260.905,75 euros que ahora sí se les reconocen- al estimar que ellos también habían cumplido con su parte del trato. Aunque esta primera sentencia, emitida desde el Juzgado de primera instancia número 3 de Gijón, sí vio pruebas de los impagos de Beta, falló a favor de ésta por considerar que Metrópoli no había presentado facturas que acreditasen las transferencias. El magistrado también obligaba a Metrópoli a devolver la cantidad de 226.118,50 euros a su demandada.

La abogada del festival gijonés, Ana Gloria Rodríguez, ya había alertado de que el fallo resultaba contradictorio porque reconocía los impagos de Beta y la colaboración de Metrópoli, pero obligaba igualmente a sus clientes a devolver el adelanto que habían recibido en el momento de firmar el contrato. "Los 260.000 euros que nosotros reclamábamos se correspondían a facturas de los meses de abril y mayo, porque por entonces el trato aún estaba en vigor y Metrópoli siguió trabajando para intentar sacar el concierto adelante. Beta, que nunca nos había pagado, exigía entonces que se le devolviese los 226.000 euros de adelanto por un concierto que se anuló por sus propios impagos. No tenía sentido", resume la letrada.

A Beta Renovable Group le queda ahora la posibilidad de acudir al Supremo, aunque la Audiencia se muestra contundente y sentencia que "pese a los sucesivos requerimientos de la demandante", la condenada no abonó los pagos "necesarios para culminar con la celebración del concierto".