La avería en las nuevas baterías de Arcelor en Gijón a los dos días de entrar en funcionamiento, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, ha abierto la posibilidad de que la compañía tenga que importar otra vez coque para mantener la actividad de sus hornos. Así lo explicaron ayer los responsables de la empresa, que reconocen tener "bastantes pocos días de margen" para encontrar el origen de un fallo del que, de momento, no tienen pistas. El peor escenario posible, añaden, será que el problema se prolongue durante semanas y obligue a limitar el aumento de actividad prevista en la acería de Avilés, que esperaba duplicar su productividad a partir de febrero. "Ese sería nuestro punto de inflexión; si para entonces no se soluciona podríamos retrasar el arranque o alimentar solo uno de los dos hornos altos. El coque importado, además de que escasea en el mercado, es de bastante peor calidad y no sería factible", matizan desde la multinacional.

Las baterías de ArcelorMittal en Veriña dejaron de funcionar en la noche del pasado jueves, dos días después de su arranque, por un fallo aún por localizar que bloquea el proceso de depuración de los gases generados durante la destilación del carbón de hulla para convertirlo en coque. "Estos gases que producen los hornos se tienen que evacuar y lavar, y durante ese proceso de lavado, que es complejo, se producen ciertos subproductos", aclaran desde Arcelor. "Además del azufre, que es más conocido, el otro subproducto es el alquitrán, y fue ahí donde vimos que algo no iba bien porque no se generaba de forma normal; parecía que se atascaba. Tuvimos que parar todo el proceso y también el de los hornos, porque no podían seguir emitiendo esos gases", añaden.

Los 45 hornos citados se vaciaron tras quemar el gas restante por las antorchas, un conocido mecanismo de seguridad de la empresa, y ahora están parados en caliente, es decir, sin actividad, pero con una temperatura constante de 900 grados para evitar futuros daños en el ladrillo refractario que los protege. "Seguimos en ese punto: con los hornos en caliente e investigando dónde está el fallo. Calculamos que no nos lleve más de unos días dar con él, pero la instalación es compleja y tenemos muchas fases que investigar", dice la compañía.

Si la situación se mantiene, Arcelor volverá a recurrir al coque de importación para poder mantener su nivel de productividad habitual. "No supone un gran problema porque ya solíamos comprarlo y los hornos aún no están a pleno rendimiento", razona la firma. "De todas formas, el coque importado escasea y es de peor calidad, así que la previsión no es seguir comprando tanto a largo plazo; no es factible. Las baterías de Gijón tienen que arreglarse y volver a la normalidad cuanto antes", añade. En caso de no ser así, la puesta en marcha de la ampliación de la acería de Avilés podría retrasarse. "Sería el peor escenario posible, pero aún es pronto para ponerse a especular", completa Arcelor.