Fueron 38 años como entrenador de balonmano, 32 de ellos como seleccionador de varios países: España, Estados Unidos, Egipto, Portugal y Brasil. Otros nueve como jugador y un paréntesis de cuatro años en el fútbol, en el Atlético de Madrid de Luis Aragonés, con Joaquín Peiró como técnico colchonero. "Viví medio siglo del deporte", celebraba, ayer, Javier García Cuesta, que en el merendero El Cruce recibió un sentido homenaje de un grupo de amigos por "vivir medio siglo de deporte".

El mierense, ahora residente en Gijón, estuvo bien flanqueado. Se sentaron 21 comensales en la misma mesa que García Cuesta, eterno seleccionador de España, y otros cuatro lo hicieron por internet. Hubo rostros ilustres del deporte, como Javier Meana y Vicente Morán, exjugadores de la extinta sección balonmanística del Atlético. "Los éxitos que conseguí con Javier y con otros asentaron las bases del balonmano. Los éxitos de ahora son también suyos", apuntaba Faustino Villamarín, otro de los presentes. También participó en la comida el expresidente del Principado Francisco Álvarez-Cascos.

La carrera de Javier García Cuesta ha sido longeva y trufada de éxitos y momentos memorables. Para el recuerdo, su participación desde el banquillo o los despachos en cuatro citas olímpicas. A saber: Munich 72 -la primera vez que el balonmano fue olímpico-, Los Ángeles 84, Barcelona 92, Atlanta 96 y Pekín 2008. "Hoy -por ayer- ha sido de los días más bonitos de mi vida. Ha sido una satisfacción", confesó García Cuesta, que a sus 72 años, ya es un mito del deporte asturiano.