Recluir a la fuerza a drogadictos en centros especializados para que se traten. Una medida desesperada, para familias desesperadas es lo que propone Familia Asturiana Contra la Droga, una asociación creada en 2012 por padres de adictos a sustancias prohibidas, que ayer protagonizaron la sesión del Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. "Salvaría vidas y quitaría sufrimiento a las familias. Un hijo drogodependiente es un peligro para él mismo y para su entorno", aseguró Pachu Llavandera, uno de los ponentes y socio de la entidad presidida por Arturo Bermeyu, sobre la medida.

En la conferencia Bermeyu relató los problemas que suponen para los progenitores el tener un hijo enganchado a la drogas. Bermeyu reclamó "más protagonismo" de los gobiernos en la lucha contra las adicciones. "Dan dinero a las ONGs, pero deben implicarse más en la lucha contra el narcotráfico y la los bancos que les blanquean el dinero", manifestó el dirigente.

Entre otras medidas, la entidad pidió una ley de internamiento forzoso para drogadictos. Una medida, que, según explicaron, solo tiene un precedente: el estado estadounidense de Massachusetts. Llavandera también puso el foco en el supuesto interés que tendrían los gobiernos con la drogadicción. "La droga es la mejor herramienta para despreocupar a la gente", aseguró.