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El trámite ambiental de la planta de biomasa deberá incluir la línea eléctrica inexistente

E-Redes muestra su disposición a realizar el tendido y a construir la subestación de la Zalia, pero rechaza pagar esas infraestructuras - El consejo aprueba la reducción de la superficie del polígono de San Andrés, medida que se anunció en 2017 y que está pendiente de concretar

Greenalia, la empresa que promueve un proyecto para instalar una central térmica de biomasa en de 49,91 megavatios en la Zalia, deberá de incluir en su estudio de impacto ambiental la linea de evacuación de la electricidad que generaría la central, una conexión actualmente inexistente.

El análisis conjunto de ambos proyectos es uno de los requisitos que ha exigido el Principado a Greenalia tras las alegaciones formuladas entre otros por Hidrocantábrico Distribución Eléctrica al documento preliminar presentado por la compañía gallega. Hidrocantábrico hizo hincapié en que en ese proyecto no se hacer referencia "a la dotación eléctrica que la planta requiere, la cual actualmente es inexistente", agregando que la planta no se puede autorizar hasta que Greenalia obtenga el acceso y la conexión a las redes.

El Consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño, señaló ayer que la solución al problema eléctrico de la Zalia es cuestión de "semanas". El Principado está negociando con EdP "diferentes fórmulas que hagan posible que podamos empezar este año a construir la subestación".

Desde E-Redes, la comercializadora de EdP, se mostró ayer plena disposición para realizar el tendido y construir la subestación, pero aclarando que esa inversión debe correr a costa "del cliente".

Inversión

Greenalia está elaborando actualmente el proyecto técnico de su planta de biomasa y preparando el estudio ambiental. La empresa estima que la obra requeriría una inversión similar a la de otra central que construyó recientemente en Galicia por 135 millones de euros. Una obra de dos años de duración en la que se empleará de media a 500 obreros, con periodos punta de hasta 1.000 trabajadores. Una vez operativa, en la planta trabajarían 40 personas.

Greenalia considera que superará sin problema el trámite ambiental al estar ubicada la planta "en un área industrial". Además apunta que se aprovisionaría de restos forestales de entre 50 y 150 kilómetros de distancia en Asturias, Cantabria, León y Galicia.

La viabilidad del proyecto, si pasa el trámite ambiental y obtiene licencia municipal, dependerá de subvenciones estatales, con primas de entre 100 y 150 euros por kilovatio, según las estimaciones de la empresa.

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