Febrero es clave para cazar a la velutina. En el mes que arranca el sábado, las reinas del avispón asiático terminan su hibernación, construyen sus nidos, para lo que emplean alrededor de siete semanas, y alimentan a sus larvas. Pillarlas en este proceso es fundamental para evitar su propagación. Para ello, hay métodos comerciales, pero también artesanales, mucho más sencillo y para los que solo se necesita un mejunje y una botella de plástico. Ayer, los vecinos de la zona rural de Gijón asistieron a un taller práctico para crear sus propias trampas, impartido por Juan Prado, profesor de Ganadería en el Instituto de Luces y asesor del Principado. "Cazar a la reina es fundamental", aseguró.

Prado dio una guía para que los vecinos creen sus propias trampas rurales en el Centro de Cultura de Leorio, que registró un lleno total. Para hacer esas trampas, basta con una botella de plástico a la que se le realizan diferentes orificios por los que entrará el avispón asiático. "Los agujeros de entrada deben ser de uno ocho milímetros y los de salida de cinco, para que si se cuela algún otro insecto pueda salir", indicó el experto. Para atraer a las velutinas, se pueden emplear también remedios caseros. Prado habló de una mezcla formada por zumo de arándanos con azúcar y levadura. "El líquido fermentará y eso es lo que las atraerá", apuntó. "La levadura, eso sí, conviene echarla caliente para acelerar el proceso", añadió.

La charla estuvo organizada por la Federación de Asociaciones de Vecinos "Les Caseríes". Asistieron los ediles de la Zona Rural, Rural Ramón Tuero, y Medio Ambiente, Aurelio Martín

Hay que recordar que un total de 1.400 trampas a instalar en todo el territorio local y 150 nidos a neutralizar son los objetivos del nuevo plan de actuación y control de la avispa asiática que el Ayuntamiento desarrollará a lo largo de este año en el territorio gijonés. Un plan que la concejalía de Medio Ambiente acaba de sacar a licitación con la opción de prorrogarse un segundo año. Es por ello que el presupuesto base de licitación, sin impuestos, es de 17.450 euros, que se elevan a 34.900 en el valor estimado del global del contrato. Las empresas interesadas tienen hasta el día once para presentar sus ofertas.

La firma que se haga con el contrato debe asumir las siguientes actuaciones: la realización de un plan de trampeo primaveral a fin de reducir el número de reinas que construyan nidos, la retirada de nidos construidos y acciones de formación y divulgación sobre la especie y la forma de combatirla. Todo ello siguiendo las directrices del plan aprobado por el Principado en mayo del año pasado y en coordinación con los responsables regionales del operativo.

El trabajo de trampeo se desarrollará, si no hay modificaciones por la climatología, entre febrero y junio. La elección de las lugares de ubicación de las trampas se realizará tras elaborarse un informe y un plano que tenga en cuenta, entre otras cosas, la cercanía a nidos no eliminados el año pasado, la red hidrológica, la presencia de plantas de especial interés o la existencia de colmenas. Se colocarán trampas en todas las parroquias de la zona rural pero también en espacios periurbanos y en zonas verde. Todo según las necesidades que se vayan detectando.

El pliego de condiciones fija un mínimo de siete puestas de 200 trampas cada una. Trampas que pueden ser modelos comerciales o de fabricación artesanal, por ejemplo con botellas de plástico, aunque en todo caso cumpliendo unos preceptos técnicos que se fijan en el pliego del contrato que se acaba de publicar. Cada trampa debe revisarse cada quince días y hacer un registro de los ejemplares capturados diferenciados reinas y obreras pero también avispas autóctonas, abejas u otros insectos. La ubicación de las trampas debe registrase en la web www.avisap.es.