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La madre que abofeteó a su hija para corregir su actitud, absuelta

La jueza estima que la mujer le pegó "para tranquilizarla ante los insultos y el temor de que tomase pastillas como otras veces"

La madre que abofeteó a su hija para corregir su actitud, absuelta

La mujer de origen ucraniano que afrontaba hasta diez meses de cárcel después de abofetear a su hija para corregir su comportamiento ha salido absuelta del procedimiento judicial que podría haber motivado su expulsión del territorio nacional y la de sus dos hijas. La menor, de 16 años, mostró su arrepentimiento durante la vista oral, celebra el pasado lunes, asegurando entre lágrimas que había insultado gravemente a su madre y que el bofetón había sido "bien merecido". La magistrada del Juzgado número 3 de Gijón también lo ha estimado así, absolviendo a la acusada frente a la petición de cárcel que solicitaba la Fiscalía, que también interesaba un año y diez meses de alejamiento

La jueza explica en los hechos probados de la sentencia, contra la que cabe recurso, que la mujer, "al percatarse de la que menor había cogido la caja donde guardaban los medicamentos", y ante el temor de que tratase de atentar contra su integridad "como en ocasiones anteriores", "le dio con la mano en la cara con animo de tranquilizarla" ante la reacción de la adolescente, que la echó de la habitación con gritos e insultos.

La mala convivencia entre ambas viene de lejos, con incontables episodios de indisciplina por parte de la menor, que "no atendía a normas". El detonante llegó cuando la madre, que ha estado representada por la abogada Yolanda Payo Cimadevilla, entró un día en la habitación de la menor y la vio con varias cajas de pastillas sobre la cama. Es por ello que, ante el temor de que optase por intentar suicidarse, fue a quitárselas, lo que motivó que la adolescente comenzase a gritar e insultar gravemente a su progenitora. Eso hizo que la ahora absuelta le propinase un bofetón en la cara "para amonestar el comportamiento de la menor ante el trato despectivo hacia la autoridad materna". Una versión que durante la vista oral coincidió con el testimonio de la adolescente.

El conflicto, que ponía en entredicho la autoridad paterna, llegó a juicio después de que la menor se fuese de casa el día de autos. Fue una compañera de instituto, que también declaró el lunes, quien llamó a la policía después de que su amiga le hubiese contado el incidente con su madre. A partir de ahí todo se fue complicando, puesto que la menor acabó en el hospital, donde le hicieron un parte de lesiones que incluía dolores a la palpación costal, en la muñeca y en ambos pómulos. Sobre ese informe pesó la acusación del delito de lesiones en el ámbito familiar que le atribuía la fiscal del caso. No obstante, la menor explicó a posteriori que dos días antes había tenido una pelea con unos chicos que le había robado el móvil y golpeado para lograrlo. De ahí esas lesiones, pues ellos le dieron patadas en el costado y ella respondió con un puñetazo.

Pelea con unos chicos

Por la sala de vistas pasaron el lunes a declarar, además de madre e hija, la amiga de la joven y la madre de ésta. También una amiga de la familia que confirmó que antes del día del bofetón se encontró a la menor, que le explicó el incidente con aquellos chicos y que también le vio el moratón en la mano, provocado por el puñetazo que ella misma dio para evitar el robo de su móvil. Es por ello que, según dice la sentencia, "no consta que la madre le hubiera propinado diversos golpes en distintas partes del cuerpo con ánimo de menoscabar su integridad".

Ahora, madre e hija tendrán una segunda oportunidad tras el episodio vivido. "El bofetón fue bien merecido, he cambiado mi comportamiento", prometió la menor durante el juicio. "Es fundamental que exista respeto de los menores hacia sus padres; este caso debe servir de ejemplo", apunta la abogada Yolanda Payo.

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