Los concejales del Grupo Municipal de Ciudadanos, Rubén Pérez Carcedo y Ana Isabel Menéndez Rodríguez, han denunciado, tras haberse reunido con la asociación vecinal Gigia, "el mal estado en el que se encuentra el barrio de Cimavilla y el hecho concreto de que esté lleno de grafitis y pintadas ante la pasividad del gobierno local, que no parece estar haciendo nada para tratar de revertir la situación".

En este sentido, recuerdan que se trata de un Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto histórico y por ello, consideran apropiado, la elaboración de un plan para asegurar un adecuado mantenimiento y conservación para evitar su deterioro y que presente una imagen acorde con su valor cultural, respetando su esencia e idiosincrasia "playa" que precisamente es lo que le otorga más valor al mismo.

"Los vecinos del barrio se sienten abandonados por el Ayuntamiento. No les falta razón, basta con darse una vuelta por el mismo para ver el lamentable estado en el que se encuentran algunas calles, vías y plazas; la falta de mobiliario público; la mala iluminación; la presencia de solares y edificios abandonados, algunos de titularidad pública; y sobretodo que se encuentra lleno de grafitis y pintadas. No sólo las paredes de los edificios, sino también ventanas, puertas, portones de garajes, etc. Mostrando así, un aspecto de abandono y deterioro impropio del barrio con más valor cultural, más antiguo y singular de nuestra ciudad", explicó Pérez Carcedo lamentándose que los autores de los grafitis no respeten nada, ni siquiera edificios monumentales como la colegiata de San Juan Bautista o la casa Nava que cada poco aparecen llenos de grafitis.

Además, acusó a las propias administraciones públicas de contribuir con su "dejadez" al mal estado del barrio, "no se entiende como es posible que haya edificios abandonados que pertenecen a VIPASA, o que el Ayuntamiento no limpie las fachadas de la Torre del Reloj o mantenga sucio el interior del pozo de la Barquera".

Por último, reclamaron que este plan de mantenimiento y conservación se complemente con otras actuaciones para dinamizar y mejorar la vida de los vecinos del barrio, "los vecinos de Cimavilla no pueden sólo sentir los inconvenientes de habitar un espacio declarado Bien de Interés Cultural sino que también tienen que disfrutar de las ventajas de esta declaración, especialmente, en lo que a imagen y tratamiento del barrio se refiere", conluyó.