Un gijonés de 46 años ha sido detenido por un supuesto delito contra la salud pública después de ser sorprendido vendiendo sustancias estupefacientes en un bar de Pumarín. Un vecino dio la voz de alarma ante "el comportamiento inusual de la clientela y su aspecto de toxicómanos". Las denuncias vecinales llevaron el pasado año a desmantelar 45 puntos de venta de droga en la ciudad y el arresto de 41 personas.

Los hechos ocurrieron a las 19.15 horas de ayer martes. Un ciudadano se dirigió a una patrulla que circulaba por la zona indicando que había observado que la clientela de dicho local se comportaba de forma inusual. Las personas permanecían apenas unos minutos en el interior y tenían aspecto de toxicómanos, describió el alertante.

Los agentes personados en el lugar indicado informaron al dueño de que se iba a realizar un reconocimiento del establecimiento con un perro de la sección canina de la Policía Local. El animal localizó 10,89 gramos de una sustancia blanca, posiblemente cocaína, en una bolsa de plástico y, a continuación, señaló la posición de una segunda bolsa de 0,10 gramos de una sustancia similar a la anterior. En un cajón también se halló dinero junto a numerosos recortes de bolsas de plástico del mismo tipo que las mencionadas. Entre las pertenencias del propietario se encontraron, además, 1.125 euros en billetes fraccionados.

Por otro lado, en la inspección ocular del bar, los agentes observaron que faltaba la caja registradora, que la cantidad de productos destinados a la venta era escasa y, además, descubrieron numerosos restos de envoltorios de plástico abiertos en el aseo. Procedieron, por tanto, a detener al propietario, M. A. S. F. de 46 años de edad y vecino de Gijón.