Casimira Canelón ha desaparecido y los niños del colegio Atalía la buscan sin descanso. No se trata de una persona, sino de un muñeco de trapo que forma parte del trabajo didáctico en el aula, de manera que cada alumno lleva a la mascota a su casa durante un tiempo de forma rotatoria para hacer actividades con ella.

El pasado viernes, cuando estaba en poder de una de las alumnas de tres años, Casimira "se despistó" en el parque, y ahora todos la buscan con ahínco, porque los pequeños se han quedado muy tristes sin su amiga. Los escolares piden la colaboración de todos los vecinos, por si alguien ha visto al muñeco y se lo puede devolver. Y ofrecen recompensa: un dibujo hecho por ellos mismos.

Casimira forma parte de una colección más extensa de muñecos, compuesta también por Benito Bechamel y Petronila Pimentón, y son muchos los colegios que han adoptado a estos peluches como parte de su actividad en el aula, de la mano de una editorial de material escolar.