La familia de Lorena Dacuña pudo irse a la cama algo más tranquila esta noche. "Es un alivio, me quedo más tranquilo por mí y por el resto de la humanidad; nos daba muchísima inquietud que ese hombre estuviese ahí afuera", confesaba Francisco José Dacuña, hermano de la víctima, al poco de enterarse del arresto de José Manuel S. M. en su piso de la calle San Luis ayer por la tarde.

El entorno de la gijonesa de 41 años, sin embargo, sigue pendiente de que la investigación confirme la culpabilidad del ahora detenido. Todos los allegados de Lorena Dacuña, su círculo más íntimo, llevaban desde el lunes alertando del carácter "agresivo", "celoso" y el supuesto "lado oculto" de José Manuel S. M., pero no se atreven aún a hacer valoraciones claras al respecto del caso. "Todavía queda esclarecer bien los hechos para estar seguros de que fue él; yo siempre dije que todo apunta que fue así, pero debemos esperar", razonó Dacuña, que ya durante el funeral ponderó y agradeció el trabajo de la Policía Nacional. "No es tan fácil encontrar a una persona que se ve que se ha querido esconder bien, pero confío en que tarde o temprano va a caer, no tengo dudas, lo van a encontrar y, si es culpable, pagará por ello", vaticinaba poco antes de la despedida de Lorena Dacuña en el tanatorio, justo cuando estaba apunto de precipitarse la detención del principal sospechoso. Esa misma prudencia mantuvo ayer la alcaldesa de Gijón, Ana González, durante un acto oficial. "Debemos mantener la calma y sangre fría" hasta que exista una confirmación oficial.

Francisco José Dacuña, por su parte, siempre creyó que su hermana falleció en la madrugada del sábado al domingo o, como tarde, el domingo por la mañana. "Apuesto a que la esperó en el portal del piso a la vuelta de fiesta", reflexionaba tras la detención de José Manuel S. M.