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El Gobierno central exige estudiar el efecto en la playa de carbones de El Musel

El Ministerio de Transición Ecológica estima que la concesión a Natural Mining Resources debe valorar ese riesgo y adoptar medidas preventivas

Acopios de carbón en la concesión de Natural Mining Resources en la explanada trasera de Ebhisa. MARCOS LEÓN

El Ministerio para la Transición Ecológica ha exigido que se estudie la incidencia sobre las playas gijonesas de los acopios de carbón en la explanada trasera de Ebhisa, adoptando en su caso medidas preventivas y correctoras para que ese carbón que se maneja en El Musel no acabe ensuciando la playa ni afectando a las aguas marinas. Así lo indica un informe firmado por la Directora General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, Ana María Oroño Valenciano, sobre el proyecto de almacenamiento, clasificación, cribado y mezclado de carbón en la parcela de 46.000 m2 en la trasera de Ebhisa que el Puerto ha otorgado a la empresa Natural Mining Resources.

Esta compañía se dedica al transbordo de carbones en El Musel y su actividad va a permitir compensar, de largo, la pérdida del tráfico granelero que el Puerto está experimentando por los cierres de centrales térmicas en Asturias, León y Palencia, a las que se surtía desde los muelles gijoneses. Natural Mining Resources prevé mover este año entre tres y cuatro millones de toneladas de carbón por el Musel entre descargas y cargas.

La empresa está tramitando la autorización ambiental para la actividad granelera que desarrolla en la trasera de Ebhisa. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica no se pone reparos a que se efectúe esa actividad en terrenos de dominio portuario, pero se advierte de que la empresa no ha elaborado un estudio sobre la posible llegada de los carbones que maneja al mar, a espacios naturales protegidos próximos a El Musel y a las playas urbanas como las de Poniente, a tres kilómetros, y San Lorenzo, a 4,4 kilómetros.

La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar apunta la cercanía al mar de esta actividad granelera, algo que la compañía no ha efectuado en el documento ambiental previo. Desde el Ministerio se considera que la documentación presentada por la empresa debería estudiar en mayor profundidad la incidencia de la actividad sobre las aguas, resaltando que "existe un riesgo evidente de que material movilizado de su almacenaje por el viento o la lluvia acabe en aguas marítimas, pudiendo alcanzar las playas cercanas".

Transición Ecológica señala que el estudio ambiental para dar de paso a esta actividad debe incluir una valoración de los impactos por posibles accidentes o situaciones climáticas adversas que pudieran provocar que parte del material almacenado acabara llegando al medio marino.

Además de la cercanía de las playas urbanas, el Ministerio también hace referencia al espacio protegido del Cabo Peñas, distante seis kilómetros, e incluido dentro de la Red Natura 2000 como zona de especial protección de las aves.

Las precauciones de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar ante el proyecto de la empresa que está experimentando un mayor crecimiento en tonelaje en El Musel, llega después de que los informes preliminares encargados por el Ayuntamiento de Gijón al Instituto del Carbón sobre el origen de las manchas de carbón que periódicamente tiznan la playa de San Lorenzo, apuntara a procedencias del mineral distintas al buque "Castillo de Salas", hundido frente al Cerro de Santa Catalina en 1986.

Respaldo de la cúpula de El Musel

La actividad de Natural Mining Resources cuenta, por otra parte, con todo el respaldo de la cúpula de El Musel, que ha destacado su aportación al crecimiento del Puerto y que ha intermediado en las discrepancias que la compañía está manteniendo con los estibadores sobre la atención a sus barcos.

Desde Natural Mining Resources se aseguró ayer que el estudio de impacto ambiental se limitó a lo que el Puerto le requirió y viene requiriendo a las distintas empresas que aspiran a una concesión, que son los relativos a la contaminación del aire.

Dicho esto, la compañía mostró su plena disposición a ampliar esos estudios en el sentido que les requiera la administración, adoptando las medidas que se deriven de los mismos, a partir del momento en el que reciban una notificación oficial al respecto. "La política de la empresa es cumplir con los estándares medioambientales y con la legislación y aportaremos, por supuesto, todo lo que sea necesario aportar", agregan recalcando que la compañía tiene un claro "compromiso con la sostenibilidad".

Agregan que la empresa está afectada por la normativa de actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera (Apca), por lo que sus instalaciones disponen de mecanismos para evitar el levantamiento de polvillo de carbón, como sistemas de riego de las parvas, algo por otra parte a lo que están obligadas todas las empresas que acopian graneles en el puerto gijonés. En ese sentido, destacó que otros operadores también mueven carbón y otros graneles por el puerto gijonés, como es el caso de Lissan Coal Company, García Munté o ArcelorMittal.

La compañía es consciente de la preocupación que suscita en el Ayuntamiento de Gijón la buena imagen de sus playas, pero resaltan que las manchas de carbón que aparecen periódicamente en la playa de San Lorenzo ya tiznaban el principal arenal gijonés desde mucho antes de que Natural Mining Resources comenzara a operar en El Musel a finales del año 2018. Los efectos del carbón sobre la playa gijonesa son fundamentalmente estéticos y no son peligrosos para la salud, al contrario de lo que ocurre con la contaminación por aguas residuales o cianobacterias.

Natural Mining Resources agrega que su actividad portuaria está sujeta a inspecciones periódicas sobre el cumplimiento ambiental.

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