El hombre de nacionalidad portuguesa que había estado con la víctima la noche del crimen y que la acompañó hasta su casa, en la calle Callao del barrio de La Calzada -y al que la Policía buscaba para conocer más detalles que ayuden a esclarecer este nuevo caso trágico de violencia de género-, se presentó ayer por la tarde voluntariamente en Comisaría. Lo hizo acompañado del otro amigo que mencionaba la última persona que vio con vida a Lorena Dacuña.

Según ha podido saber este periódico, el hombre -del que el asesino confeso dice que estaba en el piso con la mujer y que huyó cuando él llegó con la intención de consumar el crimen- se enteró de la muerte “por las noticias”, tal y como aseguró a los agentes que le tomaron declaración. También explicó que es cierto que acompañó a Lorena Dacuña hasta su casa, que subieron juntos en ascensor y al llegar al piso apareció José Manuel Sánchez profiriendo insultos. Fue ahí cuando optó por irse para evitar problemas, pero negó que hubiese visto ningún cuchillo.

Este individuo, tal y como relató la amiga de Dacuña a los investigadores, estaba en Gijón por trabajo. Diversas fuentes apuntan a que trabajaba para una subcontrata de Arcelor que se encuentra realizando labores de reparación en las baterías de Gijón que tuvieron que parar a los tres días de poner en funcionamiento.

Los investigadores comenzaron a buscarle nada más que la amiga de Lorena Dacuña le mencionó en su declaración. Ella solo pudo aportar una descripción física y que les había dicho que se hospedaba en un hotel del barrio de Tremañes. Los agentes acudieron hasta el hotel y solicitaron el registro de clientes además de exhibir a los responsables una foto del hombre que encontraron en el móvil de la víctima.

Por el momento, este individuo figura como testigo en las diligencias, pendientes de confirmar o no su versión y la del autor confeso del crimen, que asegura que Lorena Dacuña le pidió que llamase a la Policía cuando sacó el cuchillo.