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El asesino de Lorena ya había amenazado de muerte a sus dos primeras parejas

José Manuel Sánchez fue detenido ocho veces y condenado a tres años de cárcel, donde ingresó en 2013, poco después de conocer a su víctima

Un agente de la Guardia Civil ayuda a José Manuel Sánchez a recoger la bolsa con sus pertenencias antes de subir al furgón que le trasladó al Centro Penitenciario de Asturias el viernes. JULIÁN RUS

José Manuel Sánchez Merino, el camarero gijonés de 49 años que confesó el crimen de su expareja Lorena Dacuña, ya había amenazado de muerte a sus dos primeras parejas sentimentales y protagonizado hasta ocho detenciones entre 2005 y 2013 por distintos episodios de violencia género contra tres mujeres. La mayoría de los arrestos se resolvieron con trabajos a beneficio de la comunidad, pero la acumulación de delitos hizo aparecer penas privativas de libertad hasta sumar dos años y once meses de cárcel que comenzó a cumplir en abril de 2013, apenas cuatro meses después de conocer e iniciar una relación con la limpiadora gijonesa a la que asesinó la madrugada del pasado domingo en su piso de la calle Callao.

En el informe policial, al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, consta una diligencia de consulta de denuncias por hechos relacionados con violencia de género. Según los datos que aporta la Dirección General de la Policía, "se confirma que a nombre de la fallecida Lorena Dacuña no figuran denuncias", puesto que, tal y como explicaron desde un primer momento los familiares de la víctima, José Manuel Sánchez Merino, de 49 años, nunca la agredió. Solo existió, como así se refleja en el informe, el episodio en el que llegó a su casa y, con unas tijeras, destrozó la ropa interior y un vestido de su expareja. En cambio, el historial del ahora procesado, que duerme desde el viernes en prisión, es amplio y extenso.

José Manuel Sánchez fue detenido en Gijón por primera vez en mayo de 2005 tras propinar un puñetazo a su entonces mujer, "que rehusó poner denuncia", pero que protagonizó los cuatro primeros arrestos del asesino confeso de Lorena Dacuña. Al año siguiente en octubre, con los mismos protagonistas, su esposa le denunció por otro puñetazo y varios empujones. El siguiente episodio violento -el tercero- no llegó hasta agosto de 2009, cuando volvió a propinar "dos bofetones". El cuarto caso, en agosto de 2010, fue el más grave. Según el informe, tras una discusión en la que rompió varios muebles de la casa -motivó que su mujer saliese del domicilio- la llamó por teléfono gritándole: "O vuelves a casa o te mato, no vas a estar con nadie más, o estás conmigo o con nadie".

Su quinto y sexto arresto llegaron en 2011 y 2012 con dos mujeres distintas con las que mantuvo relación sentimental. Ya entonces, se refleja en el informe, se apuntaba al consumo habitual de alcohol y estupefacientes. Una de esas víctimas relata que "la convivencia diaria es muy difícil", pues, "aparte de su agresividad es un hombre muy celoso y dominante" que le impedía "mantener relaciones de amistad con otras personas, especialmente hombres". A su sexta víctima, además de la agresión física, la llegó a amenazar diciéndole: "te voy a matar; si no marchas de aquí te mato".

Estos casos llegaron en su mayoría al Juzgado. Al principio estos asuntos -especialmente con su primera mujer- se solventaron con trabajos a beneficio de la comunidad, medidas de alejamiento o la prohibición de porte de armas. No obstante, la reiteración llevó a que fuese sumando penas de cárcel hasta acumular dos años y once meses de prisión. En enero de 2013 conoció a Lorena Dacuña, y en el mes de abril ingresó en prisión para cumplir esos casi tres años de cárcel. Al salir, retomaron la relación tras varios encuentros en el Centro Penitenciario de Asturias. Allí ha regresado.

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