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Unidad Gijonesa, el éxito fugaz de lo local

"Fuimos unos pioneros", recuerdan Luis González y Armando Nosti en el 25.º aniversario de la extinción del partido que lideró José Manuel Palacio

Armando Nosti y Luis González, en la redacción de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. J. PLAZA

Este año se cumplirá un cuarto de siglo de la desaparición de un singular proyecto político en la ciudad, nacido de la voluntad local y para arropar a José Manuel Palacio, el primer alcalde de la democracia en Gijón, tras una pugna interna en el seno de los socialistas que acabaría con Vicente Álvarez Areces como candidato municipal del PSOE y, a la sazón, como regidor del municipio. Unidad Gijonesa fue un proyecto "pionero y muy interesante", aunque de vida fugaz, y después de 25 años desde su extinción sus fundadores rememoran las cuitas de aquellos tiempos, en los que se sentaron las bases de lo que hoy es la villa de Jovellanos.

Aquellos años fueron de todo menos anodinos, empezando por el propio nacimiento del partido. Fue como consecuencia de la "Asamblea de Cabueñes", el cónclave del que salió elegido Areces como cabeza de lista de los socialistas para dar el relevo a José Manuel Palacio en 1987. El registro de Unidad Gijonesa como partido tuvo lugar el 15 de marzo de 1991, después de constituirse como Colectivo por la Cultura y la Democracia con sede en el barrio de El Llano.

El relevo de Palacio "fue un proceso muy fraudulento, como después reconoció la justicia", rememoran Armando Nosti y Luis González, que acompañaron al exalcalde en la nueva candidatura desde el principio. Luis González, que ya había sido edil en Gijón entre 1979 y 1980 por el PSOE, y Nosti fue siempre el secretario general del partido. Ya en 1987 seguidores y allegados a Palacio le habían propuesto encabezar una candidatura a las municipales, pero el exregidor declinó la oferta. Hubo que esperar cuatro años para que se presentaran a las elecciones de 1991, y el resultado fue muy bueno: se convirtieron en la tercera fuerza más votada de la ciudad con 13.135 votos, un 11,65 por ciento del total y con tres concejales, los mismos que IU, y sólo por debajo de los 12 de la candidatura socialista encabezada por Vicente Álvarez Areces y los nueve del PP, entonces con Mercedes Fernández al frente. "Tuvimos un gran respaldo, la gente nos empezó a ver como los únicos que se atrevían a denunciar cosas que los demás no iban a denunciar, y los propios ciudadanos nos relataban historias que llegaron a ser verdaderos escándalos", recuerda Nosti. ¿Un ejemplo? "Los botaolas originales de San Lorenzo, que se sustituyeron en la reforma integral por otros de piedra artificial y que, como elementos históricos y singulares que eran, acabaron desapareciendo o en lugares insospechados. Llegamos a saber que varios habían sido reutilizados para hacer una fuente en Candás".

Tres mil votos de despedida

Esta es sólo una pequeña muestra de las muchas cruzadas locales que emprendieron, y en las que "con el paso del tiempo se ha visto que éramos unos pioneros", recuerdan, en cuestiones como "las asignaciones a los grupos municipales, tan de actualidad estos días; nosotros fuimos los únicos que no cobramos la asignación del Ayuntamiento al grupo, 375.000 pesetas de la época, porque entendíamos que era una forma de financiar a los partidos", rememoran Nosti y González. A ello se suma "el primer proyecto de carril bici, cuando se reparó El Muro, que hubiera sido el momento idóneo, o la oposición a las medallas y los hijos adoptivos y predilectos, como se empieza a plantear ahora".

La etapa municipalista de Unidad Gijonesa llegó a su final 1995, cuando sólo consiguieron cosechar algo más de tres mil votos. "Fuimos víctimas del rodillo de los grandes partidos; la gente votó en las municipales en clave nacional, al mismo partido que las generales, y los grupos pequeños fuimos desapareciendo", señalan como clave del inicio del ocaso de un grupo que, en parte, alivió la salida precipitada de José Manuel Palacio del PSOE. Aún llevan la espina clavada, conscientes de que Gijón "debería haber tenido un reconocimiento al alcalde que hizo de Gijón una ciudad moderna, que acabó con el chabolismo, que diseñó la Avenida del Llano con un criterio muy acertado, y para el que no ha habido en Gijón ni una calle ni una plaza", dicen con resquemor.

Unidad Gijonesa aguantó hasta 1999, cuando fueron en coalición con Los Verdes con Armando Nosti como candidato. No llegaron a los 2.000 votos, y sus últimas intervenciones públicas estuvieron vinculadas a la defensa del Valle de Jove. Con el paso del tiempo, se fue apagando hasta desaparecer. El intento de David Alonso, exconcejal de Podemos, de relanzar un proyecto similar con Por Gijón en las últimas municipales, "era muy complejo desde el principio, sabíamos que era muy difícil que saliera bien y lamentablemente así fue", reconocen Armando Nosti y Luis González, quienes prestaron su apoyo a Alonso desde el primer momento porque "es uno de los mejores concejales que ha tenido Gijón". Pero aún así y pese a que hace 25 años que dejaron la política activa, "la gente nos conoce y nos recuerda, siempre nos hemos sentido muy arropados y reconocidos". Y ese es para ellos el mejor laurel posible.

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