El Pleno de Gijón dijo ayer "no" a impulsar desde el Ayuntamiento la búsqueda de la declaración de la Universidad Laboral como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Una negativa avalada por los mayoritarios votos de los tres partidos de la izquierda -el PSOE e IU desde el gobierno y Podemos-Equo desde la oposición- y justificado desde esa bancada con el origen y vinculación al franquismo del edificio creado por Luis Moya. La propia alcaldesa, la socialista Ana González, ya había adelantando un día antes, y con el mismo argumento, su rechazo a esa iniciativa.

Ayer, al final del debate sobre ese punto del orden del día de la sesión plenaria (motivado por una iniciativa del PP), tomó la palabra brevemente para asegurar que se reafirmaba en lo dicho. González, que ha sido docente en la Laboral, aseguraba antes del Pleno que "una cosa es la nostalgia de donde hemos estudiado o pasado la infancia y otro promover ciertas cosas que se vinculan con lo que significó la construcción de la Universidad Laboral y el por qué".

"La ceguera política y el sectarismo perjudican. Gijón quiere a la Universidad Laboral, miles de personas han pasado por allí y con su voto de hoy les dan la espalda", les reprochó la concejala popular Ángeles Fernández-Ahúja, proponente de la fallida iniciativa que también incluía urgir al Gobierno regional el arreglo de la cúpula y diseñar un plan de usos para dar vida a espacios vacíos del edificio. La iniciativa del PP fue apoyada también por Ciudadanos, que la completó con una enmienda, y Foro. Para Fernández-Ahúja, el PSOE y la izquierda siempre han rechazo la Laboral por ideología.

La idea de reivindicar este reconocimiento de la Unesco surgió de la Asociación de Antiguos Alumnos que está recabando apoyos a nivel oficial. Al tiempo, se ha generado una movilización en las redes, a través de una petición de firmas en la plataforma change.org, y desde el colectivo denominado "Asturias con la bandera" se hacía ayer un llamamiento público a "todos los gijoneses y asturianos" para concentrarse este domingo en la plaza Mayor en favor de ese reconocimiento a la Laboral.

Al otro lado de la balanza se posicionó un enfrentado Ayuntamiento a izquierda y derecha y, tras él, se ha colocado el Principado de Asturias, que es el propietario del inmueble. Conocida la posición municipal desde la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la consejería de Cultura se aseguraba que "no resulta viable" presentar una candidatura así sin el apoyo de un agente clave como es el Ayuntamiento y sin contar con consenso social y político en el territorio. Desde Cultura se recuerda, además, que su prioridad ahora mismo es sacar adelante la declaración en favor de San Salvador de Valdediós.

Alberto Ferrao, concejal de Educación y Cultura, fue la voz de los dos partidos del equipo de gobierno: PSOE e IU. A la proponente de la iniciativa le reprochó que se quedara solo en la reivindicación de la Laboral "como joya arquitectónica, que lo es" reivindicando "su belleza pero olvidando las sombras del pasado". Recordó Ferrao que la Laboral fue construida por presos de la dictadura y que su labor pedagógica inicial se centraba en sembrar los valores del franquismo. Para el edil de Cultura, la Laboral, como otras edificaciones de la época "asientan el relato y la legitimidad de los vencedores franquista sobre los vencidos republicanos" y la propuesta verbalizada por el PP "vuelve a dejar en el olvido a las víctimas. La Laboral ilustra un periodo significativo de nuestra historia como es la dictadura y el franquismo, y eso no lo pone la proposición".

También Laura Tuero, en representación de Podemos, pidió no omitir que la Laboral fue "un monumento al servicio de una ideología totalitaria" ni en las visitas guiadas ni en el debate sobre ese reconocimiento de la Unesco. "Ya tiene el máximo grado de protección como Bien de Interés Cultural (BIC). Nosotros defendemos que se le de un mantenimiento adecuado y se haga un plan de usos pero de eso a ser patrimonio de la humanidad argumentando unos valores que no compartimos. Es una arquitectura vinculada a unos valores fascistas."

Eladio de la Concha, portavoz de Vox, aseguraba no entender como la "Alcaldesa que debe ser la alcaldesa de todos" no apoye un reconocimiento para el edificio más singular e importante que tiene Gijón. Un reconocimiento que "pondría el foco en la ciudad, no en el franquismo. Eso es pasado, Franco murió hace 44 años. Esto es tanto como decir que no nos interesan las termas romanas porque las hizo un ejercito invasor".

Jesús Martínez Salvador, portavoz de Foro, fue más personal en sus reproches al posicionamiento de la Alcaldesa. "Que sea o no de Gijón es lo menos importante pero debería querer a Gijón y saber que los gijoneses queremos a la Laboral. ¿Tenemos que suponer que si hubiera seguido como consejera de Cultura la Universidad Laboral no seria BIC?", le espetó el forista a la regidora socialista. Puestos a avergonzarse por episodios del pasado de la Laboral, Martínez Salvador aseguró que se avergonzaría de alguna de las programaciones del teatro o de que se hubiera habilitado un apartamento para un alto cargo en un espacio del edificio.

Fue Ana Isabel Menéndez, concejala de Ciudadanos, quien recordó que "el arte no tiene porque ser bello y su mensaje ni bello ni cómodo" y quien enumeró otros elementos de la arquitectura mundial que están en esa lista de la Unesco y que tienen un pasado como escenarios de crueldad hacia algunos colectivos pero cuyo reconocimiento es uno de esos mensajes incómodos que hay que tener en cuenta. Sus ejemplos fueron desde el Coliseo de Roma al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau pasando por la isla de Gorée en Senegal donde estuvo uno de los más importante mercados de esclavos.

La tensión sobre este debate entorno al reconocimiento de la Laboral dejó casi en una minucia la pugna, que horas después y en el mismo escenario, enfrentaba a Foro y el PSOE sobre el futuro de la piscina que hay en ese complejo educativo. El forista Jesús Martínez Salvador rogaba hacer un estudio para ver la viabilidad técnica y económica de reformar y abrir al público la pileta. El edil de Deportes, José Ramón Tuero, le dijo que no. Otro no con escenario en la Universidad Laboral.