Un joven gijonés de 22 años optó por dar un paseo por la orilla de la playa de Poniente después de una noche de alcohol para ver si podía despejarse un poco "con la brisa del mar". Perdió el móvil y la cartera y no se le ocurrió otra cosa que inventarse que dos hombres se lo habían robado a punta de navaja. Sus imprecisiones y vaguedades en la denuncia hicieron sospechar a los agentes, que lograron que al final reconociese que se lo había inventado todo.

En su denuncia, el joven explicó que había estado de fiesta por la zona de Fomento y que cuando estaba bajo los efectos del alcohol optó por ir a la playa de Poniente "a despejarse un poco con la brisa del mar". Según él, dos chicos que le había pedido un cigarrillo y una llamada urgente le sacaron una navaja para exigirle que les diese la cartera y el teléfono. Por miedo a resultar herido, explicó, tiró el móvil y la cartera a la arena y echó a correr en dirección al paseo para reencontrarse con sus amigos.

Esa denuncia dio pie a la investigación correspondiente, en la que cotejaron la descripción de los autores con bases de datos, pero por más que averiguaban nada encajaba con el relato del supuesto afectado. Cuando le volvieron a citar para declarar y evidenciaron sus dudas sobre lo denunciado terminó por confesar que se lo había inventado.