La campaña pionera de reciclaje impulsada por la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano (Emulsa) en Santa Bárbara fue un éxito. La propuesta logró aumentar la cantidad de residuos reciclados de un 10 a un 49 por ciento desde que empezó a funcionar en junio. Si bien, la medida, que consiste en dejar abiertos todos los contenedores de reciclaje y "cerrar" el tradicional que solo puede ser abierto con la tarjeta ciudadana, tiene, según los vecinos del poblado una cara B: el vandalismo. En los últimos días, la asociación de vecinos ha denunciado la quema de, al menos, siete recipientes. "Son gente de fuera del barrio, los queman a cualquier hora del día, incluso a plena luz. Les da todo igual", apuntó Zoraida Muñoz, la vicepresidenta de la entidad.

La gran mayoría de los vecinos de Santa Bárbara se mostraron "felices" por haber sido elegidos como campo de pruebas de Emulsa, que, tras el éxito en Santa Bárbara, valora exportar la experiencia a otros barrios de la ciudad. Se baraja que puedan ser el Polígono de Pumarín y La Camocha, por la tipología de las calles. Los vecinos de Santa Bárbara, eso sí, explican que el sistema no está exento de problemas. "En el barrio hay mucha gente mayor que carece de la tarjeta ciudadana y a otras a las que directamente se les olvida llevarla", explica Muñoz.

Cuando sucede esto segundo, los vecinos afirman que la maniobra más común es posar los desperdicios en el suelo y aguardar a que otro vecino las recoja. El sistema también adolece de otras dificultades. "Hay muchos contenedores que se han estropeado o directamente los han roto. Cuando es así toca sujetar la tapa con la mano y claro, para una persona ya mayor es algo más complicado. Sería mejor si la tapa se mantuviera sola", apuntó la vicepresidenta de los vecinos, que volvió a incidir en que el objetivo de Emulsa se cumplió: "Sí, se ha reciclado más".