Las inmediaciones del teatro Jovellanos se llenaron ayer con largas colas de aficionados al Antroxu con el objetivo de hacerse con su entrada para seguir la fiesta desde las butacas del teatro. Los primeros en colocarse a la fila llegaron ya el jueves, a las cinco y media de la tarde, para garantizar que no se quedaban sin alguno de los pases. La norma es que sólo se venden cuatro por persona, y en total se distribuyen más de mil entradas para el sábado y otras mil para el domingo. En la imagen, las colas.