La Empresa Municipal de Servicios del Medio Ambiente Urbano de Gijón (Emulsa) ha informado individualmente a 2.000 gijoneses durante las dos primeras semanas de la campaña de información y sensibilización ciudadana iniciada el 3 de febrero para explicar a los vecinos de la zona centro, el nuevo funcionamiento de la recogida separada de orgánica, los beneficios medioambientales y la tipología de residuos que se pueden depositar en los contenedores de tapa marrón.

Por este motivo se están desarrollando diferentes acciones destinadas a la ciudadanía, a escolares, así como a generadores singulares de hostelería o comercio. El punto permanente de información está instalado en la Antigua Pescadería Municipal, de lunes a viernes, en horario de 9.00 a 15.00 horas. En este lugar un informador medioambiental atiende dudas y reparte a los interesados el kit de la orgánica. En el exterior hay un contenedor expositor donde un educador ambiental anima a las personas paseantes a jugar a "La baraja de la orgánica", un juego rápido de cartas para poner a prueba los conocimientos sobre la separación correcta de los residuos orgánicos. Los sábados por la mañana se instalarán puntos informativos en algunos supermercados de la zona.

Emulsa dispone también de una furgoneta personalizada a modo de punto informativo itinerante, en la que los informadores recorrerán las calles y plazas desarrollando la performance "Las delicias de la orgánica" en la que demuestran a los asistentes cuales son los residuos orgánicos que se generan en los hogares, como deben separarse y depositarse en los contenedores marrones y cual es el proceso de reciclaje. Esta actividad se desarrolla las tardes de los días laborables y los fines de semana.

La Escuela de Comercio acoge los viernes por la tarde y los sábados y domingos en horario de mañana y tarde, el juego de escape "La Maquinona, un viaje orgánico" en el que se plantea la solución de un reto familiar en un supuesto restaurante ecológico post-apocalíptico.

A su vez de forma itinerante y a modo de animación teatral callejera en los alrededores de los puntos informativos, dos actores interpretan "Locos por la cocina", interactuando con los paseantes sobre los temas relacionados con los residuos orgánicos.

Además los informadores medioambientales organizan, bajo petición, cursos de cocina de la UP, charlas a colectivos vecinales y a asociaciones empresariales interesados en conocer más datos del nuevo sistema, y visitas informativas personalizadas a los generadores singulares de la zona.

Para los centros escolares se oferta "La Odisea del Señor Marrón", una acción prevista a la salida de los colegios de la zona en la que un misterioso personaje, en clave de humor y juego, pedirá la colaboración de alumnos y padres para deshacerse de sus residuos orgánicos. También se organizará una acción de baile coreografiada por Marisa Fanjul para desarrollar en clases de educación física del segundo o tercer ciclo de primaria, con la posibilidad de participar en un concurso de vídeo.

Antecedentes

Emulsa inició, el pasado 20 de enero, la colocación progresiva de 526 contenedores de tapa marrón para la recogida separada de residuos en las calles más céntricas del casco urbano de Gijón, una zona comprendida entre el Parque Isabel La Católica por el Este, el Parque de Pericones por el Sur y el Parque de Moreda por el Oeste, hacia Cimadevilla.

Con este proceso de colocación de nuevos contenedores marrones, que se completará en Cimadevilla a finales de abril, todos los habitantes del casco urbano de Gijón contarán con el servicio de residuos orgánicos para su reciclaje en biogás y compost con el objetivo de seguir reduciendo las estadísticas de generación de residuos urbanos y aumentando las de reciclaje.

En esta última fase de expansión de la orgánica en la zona más céntrica de Gijón viven 104.205 habitantes, repartidos en 50.478 viviendas según datos del censo. Los nuevos contenedores, que sólo se abren con tarjeta ciudadana para garantizar que sólo se depositen residuos orgánicos, se colocarán junto a los de fracción no reciclable con el objetivo de agrupar las cinco fracciones de residuos (no orgánico, orgánico, papel y cartón, envases y vidrio) en islas completas de contenedores. Al contenedor marrón deben tirarse los residuos de alimentos, cocinados o no, además de servilletas o manteles de papel usados y sucios, tapones de corcho, cerillas, serrín, posos de café o bolsitas de infusiones. Por contra, no deben tirarse en él residuos como colillas, restos de barredura, tiritas, excrementos de animales o pañales, que deben ir al contenedor verde.

Los gijoneses generaron en 2019 un total de 127.312 toneladas de residuos (un 11,7% menos que hace diez años), de los que se separaron para el reciclaje 38.627 toneladas (el 30,34%), acabando en el vertedero de Cogersa 88.585 toneladas.