Antonio M. S. J., el joven gijonés acusado de intentar quemar a su exnovia y a un amigo de ésta en el interior de un bar de la calle Eleuterio Quintanilla, el barrio gijonés de El Llano, ha asegurado esta mañana, en la sección tercera de la Audiencia que lo hizo "por fastidiar", presa de un ataque de celos. El acusado ha admitido que en aquella época, junio de 2018, consumía a diario cocaína y alcohol, sugiriendo que no se controlaba. El acusado, defendido por Luis Tuero, añadió que no sabía que la gasolina iba a formar un fuego tan grande. "Eran dos euros de gasolina" indicó. Y negó que tuviese intención de quemarles: tuvo que pedir un mechero a un taxista en una parada cercana.

La exnovia del acusado ha corroborado que el joven consumía drogas en aquella época, aunque indicó que el día del ataque, en la madrugada del 23 de junio de 2018, el agresor estaba normal aparentemente. La mujer había roto con él tres semanas antes. "El día de mi cumpleaños le cogí en una infidelidad, pero me controlaba el móvil, no me dejaba salir con amigos, se celaba incluso con que tuviese un preparador en el gimnasio", declaró la exnovia. "No quería una relación con una persona que no limitaba mi vida", añadió. La joven aseguró que el hombre no dejó de acosarla con mensajes, cada vez más agresivos, en los que vertía amenazas de muerte hacia las personas con las que ella se veía. La joven confesó que la noche en que ocurrió todo, quedó "en shock" al ver las llamas en la en puerta, ya que "eran muy grandes".

El acusado, que lleva en prisión desde hace año y medio, se enfrenta a penas que suman 22 años y 8 meses de cárcel, y al pago de indemnizaciones por importe de casi 12.000 euros, de los que ha consignado 2.300.