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Asturias, sin madera para la Zalia

Los expertos estiman que la viabilidad de la central eléctrica de Greenalia pasa por importar biomasa y advierten de la escasez del recurso en la región

Terrenos de la Zalia, con la factoría gijonesa de ArcelorMittal a su derecha. MARCOS LEÓN

La Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (Zalia) está a la espera de poder acoger a su primer inquilino, una central de generación eléctrica con biomasa que promueve el grupo gallego Greenalia. Se trata de un proyecto que generaría la misma energía que el que plantea Hunosa con la reconversión a biomasa de su actual térmica de carbón en La Pereda. Ambos proyectos, junto a otros de la misma índole que se plantean en el Principado y en provincias limítrofes, competirán por un recurso escaso como es la biomasa forestal. La pregunta es de dónde va a salir la madera necesaria para la central que se plantea en la Zalia.

Sólo en Asturias hay sobre la mesa proyectos de generación eléctrica con biomasa que suman más de 130 megavatios de potencia, además de otros proyectos para usar la energía calorífica de la madera en procesos industriales, biorefinerías y de calefacción y agua caliente. De llevarse todos a la práctica requerirían de un aporte anual de más de un millón de toneladas de madera o restos forestales. Una cantidad inexistente, hoy por hoy.

Una parte muy importante de la producción forestal asturiana ya se está utilizando en la actualidad. Queda un remanente, disponible para nuevos proyectos, que oscila entre las 80.000 y 120.000 toneladas anuales, según los cálculos que ha efectuado, mediante modelos matemáticos, el Centro Tecnológico Forestal de la Madera de Asturias (Cetemas). Su director, Juan Majada, apunta que "para todos los proyectos que se quieren hacer no da y habría que importar la biomasa", en respuesta a la pregunta sobre alternativas para el de la Zalia.

En el mismo sentido se pronuncia el director de la Fundación Asturiana de la Energía (Faen) Juan Carlos Aguilera, quien apunta que una central eléctrica de biomasa de 50 megavatios en la Zalia al menos "a corto plazo necesitaría un componente importante de biomasa importada para poder estar operativa las 7.000 horas de funcionamiento al año que tienen este tipo de instalaciones". Aguilera recuerda que en Asturias hay otros proyectos de biomasa "presentados en su día a trámite y que llevan hibernados mucho tiempo".

La producción de madera en Asturias se concentra en torno al cultivo del eucalipto, que ocupa un 8% de la superficie forestal de Asturias, pero genera el 80% de la madera que se corta, explican desde Cetemas. La explotación forestal en Asturias también incluye cortas, en mucha menor cantidad, de pino y castaño. Incrementar la actividad forestal, como se hace en otros países, permitiría disponer de más recursos para los proyectos vinculados a la biomasa, pero no sin problemas. Uno de ellos es que un 30% de las áreas forestales asturianas están en zonas de difícil acceso, explica Majada.

El proyecto de la Zalia prevé abastecerse con 518.000 toneladas anuales de residuos forestales acarreados en un radio de 150 kilómetros. El de Hunosa en La Pereda quemará entre 350.000 y 400.000 toneladas anuales. A estos proyectos hay que añadir otros dos promovidos por Greenalia en La Curiscada (Tineo) y La Rasa de Selorio (Villaviciosa), cada uno de ellos de 15,4 megavatios de potencia. Hay más proyectos de generación eléctrica con biomasa de otras compañías, en las Fuentes del Narcea, en Colunga y en Ibias, entre otras ubicaciones.

En Asturias ya están activas sendas centrales de Ence en Navia, con dos calderas de biomasa de 77 megavatios, una para quemar los residuos de su fábrica de la pasta de celulosa de su fábrica de papel y otra para restos de la madera que reciben para la papelera.

Si en Asturias no hay suficientes recursos forestales, ¿le sería fácil a Greenalia traer la madera de provincias limítrofes? Los expertos apuntan que en el entorno también hay platas eléctricas de biomasa en funcionamiento o en proyecto como son las del Grupo Armando Álvarez en Torrelavega (Cantabria) de 10 megavatios; la de Acciona en Cubillos del Sil (León) de 49,9 megavatios; la que acaba de construir Greenalia en Curtis (La Coruña) de 50 megavatios, y que recibirá buena parte de su materia prima de Lugo, y la que proyecta la misma empresa en esta última provincia, en Vilalba, con otros 50 megavatios

Pero por la materia prima de nuestros montes y los de los vecinos no sólo compiten las centrales eléctricas de biomasa existentes o en proyecto. También otro tipo de instalaciones en Asturias. Es el caso de una empresa que fabrica pellets en Tineo y que consume biomasa para cogeneración. O de varios proyectos industriales que usan biomasa para generar calor para sus procesos. Esos proyectos son una biorefinería, una planta de automoción y otro proyecto industrial que requerirían consumos equivalentes a los necesarios para producir de 10 a 12 megavatios. En cuanto a los proyectos industriales, cada uno necesitarían unas 80.000 toneladas anuales de madera. Además, existen otros tres proyectos de generación de calor para calefacción, agua caliente y calor industrial con un consumo anual de 15.000 a 20.000 toneladas.

Las perspectivas el proyecto de la Zalia se completa con otras cuatro pinceladas: La dependencia del mismo de que el Estado conceda subvenciones suficientes para hacerlo viable; el afán de los sindicatos porque se prioricen los proyectos energéticos que se vayan a implantar en zonas afectadas por el cierre de las centrales térmicas de carbón -cierre al que están abocadas todas las existentes en Asturias salvo la térmica gijonesa de Aboño-; la contestación social que hay respecto a la instalación de un nuevo proyecto industrial en el oeste de Gijón, zona afectada por altos niveles de contaminación, y el interés del Principado por dar salida a los terrenos de la Zalia, en la actualidad baldíos.

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