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La sociedad de estiba de El Musel se transforma en ETT, primer paso para aumentar plantilla

La próxima incorporación de diez nuevos trabajadores ayudará a paliar las demoras de - las que se han quejado operadores de carbón

El "Arlok Valour", barco en el que se produjo el accidente mortal del pasado día 2, junto a la grúa que lo cargaba en el momento del siniestro. Á. GONZÁLEZ

La ralentización que se está produciendo en la carga y descarga de buques graneleros en El Musel por la escasa plantilla de estibadores con que cuenta la dársena gijonesa entrará hoy en vías de solución con un cambio estatutario en la sociedad de estiba, un paso imprescindible para poder incorporar a nuevos trabajadores. La plantilla aumentará en un 25%. Las incorporaciones no van a ser inmediatas, pero el camino para las mismas ya queda despejado. La escasez de estibadores ha llevado a la compañía que realiza transbordos de carbón en El Musel, Natural Mining Resources, a derivar a otros puertos alguno de los barcos que tenía previsto traer a Gijón.

La junta de accionistas de la Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep) de El Musel aprobará esta mañana su transformación en una empresa de trabajo temporal (ETT), cambio obligado por la sentencia de los tribunales europeos que condenó a España por el monopolio ejercido por las Sagep en los puertos españoles.

Las compañías estibadoras carecían hasta ahora de personal propio que pudiera operar en los muelles. Todas estaban obligadas a integrarse como socias en la Sagep, a la cual pertenecían los estibadores. Cada vez que precisaban personal para cargar o descargar un barco, lo solicitaban a la Sagep.

Tras la sentencia europea, sindicatos, patronal y Gobierno central negociaron un cambio en el modelo de la estiba que obliga a que, a lo sumo en el mes de mayo, todas las Sagep se hayan transformado en ETT o se disuelva repartiendo a sus trabajadores entre las compañías estibadoras asociadas. Esto último es por lo que han optado, por ejemplo, los puertos gallegos. No así El Musel, donde hoy se aprobará la transformación de la sociedad de estiba en ETT.

Sobre el papel, a raíz de la sentencia europea cualquier empresa estibadora podría trabajar con su propio personal -siempre que esté homologado para labores en los muelles por el Ministerio de Transportes (antiguo de Fomento- sin recurrir al personal de la sociedad de estiba. En la práctica se trata de una opción que no se ha podido llevar a efecto.

Así, a finales del año pasado y ante la falta de estibadores, una de las compañías que operan en El Musel intentó cargar con personal propio habilitado un barco de carbón en el Muelle Norte de la ampliación portuaria, pero finalmente acabó desistiendo ante la tensión generada con los estibadores, colectivo con fuerza suficiente para parar la actividad en todo El Musel. La falta de estibadores se está notando precisamente en las operaciones de transbordos de carbón en el puerto gijonés.

La sociedad de estibadores de El Musel cuenta actualmente con cuarenta operarios y prevé incrementar su plantilla con diez nuevas incorporaciones, lo que permitirá agilizar la operativa en los muelles comerciales de El Musel, todos salvo el de la terminal de minerales Ebhisa, que hace años quedó excluida del régimen de la estiba y trabaja con personal propio.

¿Por qué no se incorporaron antes los nuevos estibadores que está previsto contratar? Por un lado porque no estaba cerrada la continuidad de la sociedad de estiba transformándola en ETT, ya que aunque su consejo de administración adoptó esa decisión el pasado 17 de enero, es la junta de accionistas la que hoy debía ratificarlo o echarse atrás. Los estatutos de la Sagep obligaban a esperar un mes para la celebración de la junta. Por otro lado, los costes salariales de los nuevos estibadores que se incorporen previsiblemente variarán de manera significativa tras la transformación de la sociedad.

La incorporación de diez nuevos estibadores ya está pactada hace tiempo. El proceso selectivo elegirá a diez candidatos dejando otros cinco en reserva por si alguno de los primeros no superara el reconocimiento médico.

Además de las nuevas incorporaciones, la sociedad de estiba de El Musel tiene por delante otro reto, como es el rejuvenecimiento de su plantilla, cerca de la mitad de la cual ya ha superado la edad para poder acceder a una jubilación, que es de 56 años. Por la penosidad de su trabajo, los estibadores cuentan con un coeficiente reductor de cara al cálculo de su edad de jubilación, similar a los que tienen los mineros, los marinos mercantes o los pescadores. En el caso de la estiba, eso supone en la práctica que pueden jubilarse diez años antes que los trabajadores adscritos al Régimen General de la Seguridad Social.

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