¿Qué tienen en común una estudiante en Canadá, una trabajadora en Rotterdam y dos hermanos en Sevilla? Este acertijo, que parece sacado de un chiste, tiene fácil solución: todos ellos son miembros de la charanga gijonesa "Xaréu nel Ñeru" que han tenido que emigrar de Gijón. Y todos ellos, además, comparten otra cosa, que tienen una plaza reservada en la agrupación para su vuelta.
La charanga "Xaréu nel Ñeru" cumplió el pasado año un cuarto de siglo de vida. Y lo hizo alzándose por primera vez con el primer puesto del concurso de Antroxu de Gijón, tras enlazar dos años consecutivos como segundos clasificados. Eso sí, tienen claro que ese triunfo "no es lo principal" para ellos. "Es una recompensa al esfuerzo que hacemos durante todo el año, pero lo más importante es divertirse", asegura Alfonso Pita, coordinador de esta charanga que realiza sus ensayos en Jove.
No obstante, quizás empujados por esos buenos resultados que la charanga viene cosechando, cada vez son más los que quieren formar parte de "Xaréu nel Ñeru". Actualmente son alrededor de 45 integrantes, con el tope situado en medio centenar "por motivos de espacio y organización". Por ello, según explica Pita, "tenemos lista de espera".
El coordinador de la agrupación asegura que "hay mucha gente que quiere entrar, y nos fastidia porque no queremos dejar a nadie fuera". Sin embargo, remarca Pita, "hay muchos que nos preguntan un par de semanas antes de empezar el Antroxu, pensando que pueden integrarse en la charanga sin saber todo el trabajo que hay detrás. Siempre les decimos que nos pregunten en septiembre, cuando empezamos a preparar todo", explica. Es por eso que los charangueros emigrados "tienen la plaza guardada para cuando vuelvan. Y están deseando volver".
