El asesino confeso de la limpiadora gijonesa Lorena Dacuña, José Manuel Sánchez Merino, se enfrentará a cuatro acusaciones distintas, después de que la asociación de Abogadas para la Igualdad haya solicitado al Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Gijón personarse en esta causa que, por el momento, se califica como un caso de asesinato. La Abogacía del Estado, por su parte, lleva ya años formulando acusación en los casos de violencia de género. El Ministerio Fiscal y el hermano de la víctima, Francisco Javier Dacuña, -ambos llevan casi desde el principio en la causa- completan el elenco de acusaciones a las que se deberá enfrentar el camarero gijonés de 49 años que lleva desde el 7 de febrero en prisión preventiva. Cuatro acusaciones frente a una sola defensa sobre las que tendrá que pronunciarse un jurado popular.
La fase de instrucción del crimen machista de Lorena Dacuña -murió desangrada tras recibir una veintena de puñaladas a manos de su expareja en su domicilio de la calle Callao, en La Calzada- sigue avanzando con los trámites habituales. Uno de ellos es el ofrecimiento de acciones. El primero en asumirlo fue el hermano de la víctima, que accedió a ejercer la acusación particular para que Sánchez Merino "pague por lo que hizo" y que el de su hermana "sea su último crimen y que la condena sirva para que cunda el ejemplo", manifestó a este periódico Francisco José Dacuña al asumir la acusación.
A finales de la semana pasada fue la Asociación de Abogadas para la Igualdad quienes remitieron "motu propio" al Juzgado de Violencia gijonés un escrito solicitando personarse en la causa como acusación popular contra José Sánchez Merino. No es la primera vez que este colectivo integrado por abogadas ejerce una acusación similar por casos de violencia de género. Uno de ellos fue el caso de Julio Pardo, de 47 y propietario de la confitería avilesina La Duquesita, que mató a golpes a su mujer, Ascensión Amores, de 46 años, en 2016 y condenado luego a 24 años de cárcel.
Más recientemente, las Abogadas para la Igualdad se personaron en el juicio por la muerte de la gijonesa Silvia Hernández tras una discusión con su pareja en el piso en el que convivía en Roces. Lo hicieron además por partida doble, tanto en el primer juicio que anuló el TSJA como el del año pasado, en el que Celestino G. V. fue condenado a doce años de cárcel por un delito de homicidio por omisión. También formaron parte aunque por poco tiempo de la causa contra Javier Ledo por el crimen de la gijonesa Paz Fernández, que apareció días después de su desaparición en el embalse de Arbón. En este caso -hoy miércoles se celebra una vista para prorrogar la prisión preventiva de Ledo- se retiraron del procedimiento. Ahora está previsto que el día 28 asuman la acusación contra Sánchez Merino.
Es previsible que se sume también la Abogacía del Estado, como viene realizando en los últimos años con cada caso de violencia de género que se vienen sucediendo en España. De hecho, son acusación ya contra Javier Ledo y lo fueron en su día en el caso de Silvia Hernández. Todo apunta a que también estarán contra el asesino de Lorena.
