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El Principado pide a Arcelor que justifique los cambios en la obra del embalse de San Andrés

La Confederación Hidrográfica, pendiente de que Desarrollo Rural se pronuncie sobre una actuación realizada 300 metros más abajo de lo establecido

La laguna artificial, ya construida y llena de agua, junto al embalse de San Andrés de los Tacones.

Técnicos de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado y de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, han constatado que ArcelorMittal ha construido fuera del emplazamiento autorizado la laguna artificial para acoger a las aves que nidifican en el embalse de San Andrés de los Tacones. Arcelor tiene que vaciar el embalse para reparar su presa, en la que hace años detectó filtraciones. El Principado se ha dirigido a Arcelor para que les justifique la construcción de la laguna artificial en un lugar distinto al autorizado y propuesto inicialmente por la propia compañía.

La laguna artificial para acoger a especies de aves protegidas ya se ha construido en tiempo récord. La obra comenzó el miércoles de la semana pasada y ayer ya estaba llena de agua. Pero el lugar elegido por la multinacional siderúrgica ha llevado a que dos organizaciones ecologistas hayan comunicado el asunto a las administraciones implicadas y al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que está elaborando un informe para remitirlo a la Fiscalía.

Los ecologistas cuestionan la actuación de la siderúrgica, consideran que incumple las medidas correctoras impuestas por la administración para permitir desecar el pantano y además denuncian que el lugar de la obra tenía un alto valor ecológico, algo que no ocurría con el emplazamiento previsto, a 300 metros de distancia.

Así las cosas, ahora está por ver si la decisión de la compañía afecta a sus planes de reparar este año la presa del embalse de San Andrés y qué administración toma la decisión. La obra afecta a una infraestructura hidráulica, ámbito de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, pero la misma forma parte de la Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA) del centro de Asturias, que gestiona el Principado.

Desde la Confederación Hidrográfica se indicó ayer que están a la espera de que la Consejería se pronuncie formalmente sobre si considera que la laguna artificial construida cumple, a pesar del cambio de ubicación, los requisitos exigidos a la compañía siderúrgica para autorizar el vaciado del pantano, o no.

Desde la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado, por su parte, se indica que ellos han enviado a la Confederación Hidrográfica el informe elaborado por un técnico de la consejería tras visitar la zona, que concluye que la laguna artificial que ha construido ArcelorMittal junto al embalse de San Andrés de los Tacones, incumple con las condiciones impuestas para autorizar el proyecto, en lo que se refiere a la ubicación de la laguna artificial.

Ese cambio de ubicación respecto al proyecto presentado por la multinacional también ha sido constatado por personal de la Confederación.

El embalse de San Andrés de los Tacones suministra a ArcelorMittal el agua necesaria para su factoría de Gijón. Al mismo tiempo es un espacio integrado dentro de la Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA) que conforman cuatro embalses del centro de Asturias, dado que en el mismo invernan y anidan varias especies de aves protegidas. También cuenta en varias zonas de sus márgenes con hábitats protegidos, como bosques de alisos y fresnos.

Arcelor había planteado la construcción de la laguna artificial en la cola del embalse, pero eso requería que se hubiera ido vaciando paulatinamente. No se hizo y el área autorizada para esa laguna artificial está encharcada, mientras corría el plazo para ejecutar las medidas correctoras impuestas por el Principado a la compañía: La laguna artificial debía estar construida en marzo, antes de la llegada de las aves para nidificar.

En esa tesitura, optó por trasladar la laguna unos 300 más abajo, aprovechando una charca natural existente, un área sensible de ese espacio protegido, según denunciaron la Coordinadora Ecologista de Asturias y la Sociedad Española de Ornitología, quienes levantaron la liebre.

A raíz de esas denuncias llegaron las inspecciones de la Consejería de Desarrollo Rural y Medio Natural, de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y la apertura de diligencias de investigación por parte de la Guardia Civil.

A todo esto, se suma que la Coordinadora Ecologista ha denunciado que Arcelor no ha efectuado un estudio de impacto ambiental sobre el vaciado del embalse de San Andrés de los Tacones. Los ecologistas sostienen que ese estudio de impacto ambiental es obligatorio para esa obra en base al Decreto 38/1994 del Principado de Asturias, que aprueba el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, en el que establece entre las actuaciones que están sujetas a evaluación de impacto ambiental, las obras de desecación.

Arcelor viene asegurando que su actuación está tratando de alterar lo menos posible la ZEPA y que además cumple con las condiciones establecidas para autorizar la reparación de la presa.

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