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AUGUSTO ZAMORA | Exembajador de Nicaragua en España

"La independencia de España llevó a la ruina a Latinoamérica"

"Las oligarquías americanas han mitificado su historia y deformado el pasado, esclavizaron aún más a la población"

"La independencia de España llevó a la ruina a Latinoamérica"

Augusto Zamora (Estelí 1954) es exembajador de Nicaragua en España y profesor de Derecho Internacional en la Universidad Politécnica de Madrid. Ha publicado tres libros, el último, "Malditos libertadores", que versa sobre el pasado colonial español y las guerras de independencia. Lo presentó ayer en un acto de la Sociedad Cultural Gijonesa en la Antigua Escuela de Comercio.

- Su libro explica cómo se produce el desarrollo tardío de América Latina tras su pasado colonial. ¿Dónde arranca ese atraso?

-Todos los libertadores pasaron por Londres para pedir el apoyo del Imperio británico. Se gestó una alianza entre las oligarquías criollas y el Imperio. A cambio del apoyo para la guerra que iban a librar en las provincias españolas en América, los libertadores cedieron la economía de sus países al saqueo británico. Eso inició una espiral que explica el atraso.

- Habla de una memoria robada a Latinoamérica y de mitos de la liberación. ¿Qué mitos son esos?

-Las oligarquías magnificaron su historia, pero esa historia no es la real de los países. Deformaron lo que fue la independencia y lo que vino después. Uno de los mitos es que liberaran al pueblo. En realidad, lo oprimieron más.

- Profundice en esa idea.

-Las oligarquías consiguieron librarse del escaso dominio que ejercía la Corona Española y borraron la historia real. Multiplicaron los desmanes de lo que fue la conquista. Aunque Latinoamérica se ha mantenido más tiempo dentro de la Corona Española que independiente, la generalidad de los latinoamericanos desconoce qué sucedió en la época colonial. Nadie les explicó cómo fue el continente en esos 250 años.

- Entonces, ¿los movimientos de independencia están basados en falsedades?

-Sí, porque es un relato militar. Hablan de la opresión de España, pero no entran en las causas socioeconómicas. No hay una sola prueba de un levantamiento popular en América Latina. En 1808, no hay movimientos independentistas ni en Caracas ni en Buenos Aires. Y sí los hay en 1810.

- ¿Cómo se pasa de un extremo al otro en tan poco tiempo?

-Porque los oligarcas hicieron un reclutamiento de peones, campesinos e indígenas para hacerles luchar por lo que ellos querían. La mayoría de la población de las Indias estaba satisfecha.

- ¿Por qué España no lo vio venir?

-Porque estaba en medio de su propia Guerra de Independencia y unos años antes, en 1803, en la batalla de Trafalgar, había perdido su fuerza naval. Hay un episodio histórico con Chile en los que ellos presentan como una gran victoria un enfrentamiento naval con España, cuando las únicas fuerzas españolas eran tres carracas.

- Algo se podría haber hecho.

-El último momento para reaccionar se termina con el pronunciamiento de Riego. Cuando España hizo su último esfuerzo militar para llegar a América, Riego, en vez de embarcar, se da la vuelta y da un golpe de Estado. La independencia Latinoamericana no se produjo en Ayacucho, sino ahí. Fue un acto de traición porque dejó a los leales a la Corona Española a su suerte.

- Pero hubo un tiempo en que Latinoamérica no fue tal y como ahora la conocemos.

-Durante la segunda mitad del siglo XVIII fue un periodo próspero de las provincias americanas españolas. Quizás, en conjunto, nunca se haya vuelto a dar algo así. Eso se acabó con las guerras de independencia y, tras ellas, nunca regresó la paz. El continente se hundió en guerras civiles que completaron la ruina. La independencia, en vez de traer prosperidad, llevó la ruina general a Latinoamérica.

- ¿A España aún se la ve como la representación de la opresión?

-Según el país, ese discurso aún se mantiene. Es una expresión del atraso. Ese discurso ha quedado varado en el tiempo, sin desarrollo. La repetición de clichés es una muestra del fracaso intelectual y del fracaso de las clases dirigentes de Latinoamérica.

- ¿Cómo se rompe el círculo?

-Es una tarea ardua. Mi libro pretende abrir brecha, pero es complicado. En los últimos años, los principales defensores de estos clichés han sido pensadores de izquierdas. No hubo más análisis. Intelectualmente, Latinoamérica está anclada al pasado.

- ¿Se puede considerar a América Latina puramente independiente?

-A veces, lo más visible es lo que menos se ve. América es un continente aislado y aislable. No tiene nada al lado. Europa tiene a Asia y a África. La geografía condiciona a Latinoamérica. Por eso, a los británicos les fue tan fácil controlar el comercio. En el siglo XX, el papel británico cambió por el de Estados Unidos. Por eso, no se puede hablar de una independencia completa. Si contratas tele por cable en América Latina, el 90 por ciento de los canales son estadounidenses. El dominio ideológico, aderezado por el aislamiento geográfico, es brutal.

- ¿Qué puede hacer Asturias en este contexto?

-Vamos a un mundo de grandes estados. Los derroteros lo marcan Estados Unidos, China y Rusia. Y regionalmente, Irán, India... En ese sentido para Asturias, como para parte de España, deben ser tiempos de unión y fusión de cara a ser actores internacionales.

- Esta idea no sería bien recibida en Cataluña...

-El independentismo catalán es el siglo XIX instalado en el XXI. Es una cosa anacrónica, fuera de sitio, de historia y fuera de la realidad del mundo y fuera de la lógica política.

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